Más que un relato de viaje, quiero que sea un homenaje a unas personas que una manera totalmente desinteresada, nos hicieron vivir una experiencia dificil de olvidar.Experiencias que si no hubiese sido por su gran conocimiento del medio, Marruecos, habría sido imposible haber vivido.
Muchos son los viajes relatados y vividos por esos intrepidos viajeros en sus AC. Tambien las distintas guias existentes nos habrían, y nos han ayudado a conocer ese maravilloso pais, pero, y ahí es donde quiero resaltar y con letras mayusculas a esas dos personas que me hicieron ver y, sobre todo vivir, las entrañas y la vida de ese pais, tan cercano y al mismo tiempo tan distinto al nuestro.
GRACIAS ABUELETES, GRACIAS PIKI Y ENRIQUE y, también, gracias a los componentes de las otras siete AC que viajaron y experimentaron, junto con Dulce y conmigo, esos maravillosos 31 días que duró la experiencia.
Puedo decir, sín ningún tipo de error ni pedantería, que conozco Marruecos. Lo conocí en sus entrañas, su oro
grafía, sus gentes y sus formas de vivir. No fué solamente visitar sus conocidas ciudades; las zonas turísticas, sus medinas y zocos, su costa, tanto atlántica como mediterranea y sus moradores dedicados al comercio y al regateo. Conocí sus zonas mś profundas, más autenticas. Paisajes dificiles de acceder, con carreteras medio desechas, donde solo el asfalto ocupaba un carril, que había que compartir la mitad de él y, el resto era tierra y piedras, con los coches que venían en direccción contraria. pero después de muchos kilómetros de estas carreteras, subiendo y bajando puertos, preciosos eso sí, llegabas a unos rincones que abrias los ojos como platos y solo salían de tu boca la expresión "QUE MARAVILLA".
Vivimos en el norte, en Asturias, por lo que estoy acostumbrado a paisajes dificiles de igualar. Montañas de gran relieve, costa cercana con playas y calas también dificiles de superar. Pero la visión de estos rincones de Marruecos y sus gentes con su forma de vida, me trasladaban a otro paraiso. Paraiso, que para nosotros los oc-
cidentales de este llamado primer mundo nos costaría adaptarnos. Sín embargo, esas criaturas, niños de pocos años, que aparecían a lo largo de la carretera, esperando que les hicieses un pequeño regalo, ropa, comida, dinero y en muchos casos cuadernos y boligrafos, se les veía con cara de felicidad.
Nunca, y ahora que en España están desapareciendo los burros, ví tantos en ese país. los ves llevando sus cargas dentro de los zocos y medinas, pero sobre todo trasportando leña, hierbas y especias. Es su medio de transporte. Con ellos cargan sus cántaros y garrafas de agua en los rios y suben a las laderas de las montañas
donde habitan, Si, como varias veces hicimos, les dás las garrafas de 5l que ya habiamos vaciado, las cogían como un gran regalo, porque así podían trasportar más agua en ese viaje.
Tienen la mirada limpia y de sus labios sale la palabra "chokran" (gracias ) dandose un golpe con las manos en el pecho. Estas personas cuanto menos tienen, más felices parecen... Cuando vamos en nuestros carros de aluminio y fibra, con la casa a cuestas, con todas las comodidades y alimentos, y ves a esos seres durmiendo en sus haimas en el suelo, no puedes más que ponerte a pensar...
Marruecos es un país súper seguro seguro. La delincuencia, que seguro que existirá, respeta mucho al extranjero. Mohamed VI ha apostado mucho por el turismo y la vigilancia es máxima. Cada poco en las carreteras hay controles de policía. controles que nosotros pasabamos sin tener que detenernos, indicandonos que podiamos seguir. En las ciudades existen infinidad de policías, unos de uniforme y otro camuflados entre la población.A cualquier requerimiento o ante la molestia excesiva de cualquier "pegajoso guía" simplemente al levantar un poco la voz, estos,desaparecen pues saben que la detención es inminente y las penas oscilan entre los dos y siete años.
Se dice que la necesidad agudiza el ingenio. Este país puede ser la confirmación del dicho. Nunca ví tan buenos ciclitas y motoristas, circulando entre los peatones, carruajes y coches como en estas ciudades. Los vendedo-res en las tiendas, tienen una psicología que los comerciantes occidentales deberiamos aprender. Basta que mires un momento a cualquier produzto que tengan expuesto para que aparezca el vendedor correspondiente a hablarte de él. A los artesanos, de cualquier material, dá gusto verles trabajar. Con qué pericia hacen sus trabajos incluso la gente joven, casi niños. El día que se den cuenta de las posibilidades que tienen en cualquier pais occidental y adaptándose a unos precios intermedios entre su pais y los nuestros, sabremos lo que es la competencia, aunque como consumidores saldremos ganando.
Marruecos es un país de contrastes. Ciudades turísticas con sus barrios antiguos y modernos y gente movién-dose por ellos de forma bulliciosa. Y por otra parte con esas montañas del Rif y sobre todo el Atlas y el Anti Atlas
que van desde la costa hasta el desierto. Con sus cumbres totalmente nevadas, y sus cascadas y rios, que hacen las delicias de la vista. No voy a dejar de hablar de las cascadas de Ouzoud o del valle de Ourika, por ser las más conocidas, pero sitios como el puente de mármol travertino, donde toda la montaña es de ese material y que que puedas recorrerlo por la parte inferior, siguiendo y atravesando el rio, eso sí, con la ayuda de los lugareños para recorrer las escarpadas paredes de roca, en Bin-el Ouidane, hacen que te sientas el más experimentado alpinista y espeleólogo.
Y que decir de los Valles del Dades, Draa, las Garagantas del Todra, las cascadas de Kerdous o las Souces de IOUM et Ribia, entre otros.
Tampoco se puede peder de ver varias Kasbas, entre las que destacan la de Amerhidil, con un guía supersimpatico que la enseña y la explica de una forma genial y, la de Ait-Benhadou que es impresionante.
Termino como empecé este relato, no es una guía de viaje más. Es un homenaje a esas dos grandes peronas:
GRACIAS PIKI, GRACIAS ENRIQUE
GRACIAS ABUELETES
Este es el homenaje que te hacen Sixto y Dulce, y creo que también estarán también de acuerdo el resto de los integrantes de la expedición: Sebastián y Luis; Daniel y Noni; José Luis y Mª Jesús; Adolfo y Diana; Manolo y Mª Jose; Rafael y Elena y José Luís y Eloisa.
GRACIAS
Muchos son los viajes relatados y vividos por esos intrepidos viajeros en sus AC. Tambien las distintas guias existentes nos habrían, y nos han ayudado a conocer ese maravilloso pais, pero, y ahí es donde quiero resaltar y con letras mayusculas a esas dos personas que me hicieron ver y, sobre todo vivir, las entrañas y la vida de ese pais, tan cercano y al mismo tiempo tan distinto al nuestro.
GRACIAS ABUELETES, GRACIAS PIKI Y ENRIQUE y, también, gracias a los componentes de las otras siete AC que viajaron y experimentaron, junto con Dulce y conmigo, esos maravillosos 31 días que duró la experiencia.
Puedo decir, sín ningún tipo de error ni pedantería, que conozco Marruecos. Lo conocí en sus entrañas, su oro
grafía, sus gentes y sus formas de vivir. No fué solamente visitar sus conocidas ciudades; las zonas turísticas, sus medinas y zocos, su costa, tanto atlántica como mediterranea y sus moradores dedicados al comercio y al regateo. Conocí sus zonas mś profundas, más autenticas. Paisajes dificiles de acceder, con carreteras medio desechas, donde solo el asfalto ocupaba un carril, que había que compartir la mitad de él y, el resto era tierra y piedras, con los coches que venían en direccción contraria. pero después de muchos kilómetros de estas carreteras, subiendo y bajando puertos, preciosos eso sí, llegabas a unos rincones que abrias los ojos como platos y solo salían de tu boca la expresión "QUE MARAVILLA".
Vivimos en el norte, en Asturias, por lo que estoy acostumbrado a paisajes dificiles de igualar. Montañas de gran relieve, costa cercana con playas y calas también dificiles de superar. Pero la visión de estos rincones de Marruecos y sus gentes con su forma de vida, me trasladaban a otro paraiso. Paraiso, que para nosotros los oc-
cidentales de este llamado primer mundo nos costaría adaptarnos. Sín embargo, esas criaturas, niños de pocos años, que aparecían a lo largo de la carretera, esperando que les hicieses un pequeño regalo, ropa, comida, dinero y en muchos casos cuadernos y boligrafos, se les veía con cara de felicidad.
Nunca, y ahora que en España están desapareciendo los burros, ví tantos en ese país. los ves llevando sus cargas dentro de los zocos y medinas, pero sobre todo trasportando leña, hierbas y especias. Es su medio de transporte. Con ellos cargan sus cántaros y garrafas de agua en los rios y suben a las laderas de las montañas
donde habitan, Si, como varias veces hicimos, les dás las garrafas de 5l que ya habiamos vaciado, las cogían como un gran regalo, porque así podían trasportar más agua en ese viaje.
Tienen la mirada limpia y de sus labios sale la palabra "chokran" (gracias ) dandose un golpe con las manos en el pecho. Estas personas cuanto menos tienen, más felices parecen... Cuando vamos en nuestros carros de aluminio y fibra, con la casa a cuestas, con todas las comodidades y alimentos, y ves a esos seres durmiendo en sus haimas en el suelo, no puedes más que ponerte a pensar...
Marruecos es un país súper seguro seguro. La delincuencia, que seguro que existirá, respeta mucho al extranjero. Mohamed VI ha apostado mucho por el turismo y la vigilancia es máxima. Cada poco en las carreteras hay controles de policía. controles que nosotros pasabamos sin tener que detenernos, indicandonos que podiamos seguir. En las ciudades existen infinidad de policías, unos de uniforme y otro camuflados entre la población.A cualquier requerimiento o ante la molestia excesiva de cualquier "pegajoso guía" simplemente al levantar un poco la voz, estos,desaparecen pues saben que la detención es inminente y las penas oscilan entre los dos y siete años.
Se dice que la necesidad agudiza el ingenio. Este país puede ser la confirmación del dicho. Nunca ví tan buenos ciclitas y motoristas, circulando entre los peatones, carruajes y coches como en estas ciudades. Los vendedo-res en las tiendas, tienen una psicología que los comerciantes occidentales deberiamos aprender. Basta que mires un momento a cualquier produzto que tengan expuesto para que aparezca el vendedor correspondiente a hablarte de él. A los artesanos, de cualquier material, dá gusto verles trabajar. Con qué pericia hacen sus trabajos incluso la gente joven, casi niños. El día que se den cuenta de las posibilidades que tienen en cualquier pais occidental y adaptándose a unos precios intermedios entre su pais y los nuestros, sabremos lo que es la competencia, aunque como consumidores saldremos ganando.
Marruecos es un país de contrastes. Ciudades turísticas con sus barrios antiguos y modernos y gente movién-dose por ellos de forma bulliciosa. Y por otra parte con esas montañas del Rif y sobre todo el Atlas y el Anti Atlas
que van desde la costa hasta el desierto. Con sus cumbres totalmente nevadas, y sus cascadas y rios, que hacen las delicias de la vista. No voy a dejar de hablar de las cascadas de Ouzoud o del valle de Ourika, por ser las más conocidas, pero sitios como el puente de mármol travertino, donde toda la montaña es de ese material y que que puedas recorrerlo por la parte inferior, siguiendo y atravesando el rio, eso sí, con la ayuda de los lugareños para recorrer las escarpadas paredes de roca, en Bin-el Ouidane, hacen que te sientas el más experimentado alpinista y espeleólogo.
Y que decir de los Valles del Dades, Draa, las Garagantas del Todra, las cascadas de Kerdous o las Souces de IOUM et Ribia, entre otros.
Tampoco se puede peder de ver varias Kasbas, entre las que destacan la de Amerhidil, con un guía supersimpatico que la enseña y la explica de una forma genial y, la de Ait-Benhadou que es impresionante.
Termino como empecé este relato, no es una guía de viaje más. Es un homenaje a esas dos grandes peronas:
GRACIAS PIKI, GRACIAS ENRIQUE
GRACIAS ABUELETES
Este es el homenaje que te hacen Sixto y Dulce, y creo que también estarán también de acuerdo el resto de los integrantes de la expedición: Sebastián y Luis; Daniel y Noni; José Luis y Mª Jesús; Adolfo y Diana; Manolo y Mª Jose; Rafael y Elena y José Luís y Eloisa.
GRACIAS
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