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Ver la versión completa : Los Cuatro Postes



ilis
23/09/2015, 21:59
BASTA YA


Tanto si se llega a Avila de día como de noche, antes de entrar a la ciudad merece la pena acudir a los Cuatro Postes, antiguo lugar de devoción y hoy excelente mirador desde donde se contempla una de las mejores panorámicas de la muralla que tan célebre ha hecho a esta población castellana asentada a orillas del río Adaja.

La espectacular perspectiva de los enormes muros rectangulares, alzados a finales del siglo XI con unos dos kilómetros y medio de perímetro, casi noventa torres y unas dos mil quinientas almenas, permite imaginar la importancia de este enclave en los tiempos en que fue frecuente escenario de luchas entre moros y cristianos.

La vista también servirá al viajero para orientarse mejor cuando recorra la histórica Avila intramuros, una villa que, por si fuera poco, se convierte durante el primer fin de semana de septiembre en un original decorado con motivo de la celebración de sus “Jornadas Medievales”.

Son tres días de eventos en los que el visitante puede asistir a multitud de actos propios del medievo: justas, aquelarres, subastas de esclavos y otros más festivos, como bodas, representaciones de cómicos y, sobre todo, un gran mercado al más puro estilo de la época.

Desde los Cuatro Postes, cruzando el puente sobre el Adaja, se desemboca en una de las portadas que dan acceso a la ciudad. Llamada, precisamente, puerta del Puente, tuvo que ser ensanchada siglos después, cuando la población comenzó a disfrutar de auge económico propiciado por la industria de la lana. Bajo esta arcada pasaban los carros que traían o llevaban materias primas y mercancías ya elaboradas.

Sobre la importancia de la actividad lanera proporciona una idea el nombre de una de las calles, la de los Telares. Y la prosperidad que llegó con ella son ejemplo los numerosos conventos, iglesias y palacios que levantaron en aquella época, alrededor del siglo XVI. Hoy, muchos de estos edificios siguen en pie en las estrechas y, a veces, empinadas callejuelas de intramuros o que adornan la zona exterior.

Entre las construcciones religiosas, destaca la catedral, iniciada en la época del románico y terminada en los albores de la época gótica, convirtiéndose así en el primer templo catedralicio de España realizado en ese estilo. Desde fuera, llama la atención la altura de su torre, las singulares y poco sofisticadas figuras que su portada y el aspecto general de fortaleza, acentuado por la presencia en la parte trasera de un robusto muro con una triple línea de almenas.

En el interior, donde sorprende la altura de la nave central, no hay que perderse los bajorrelieves del trascoro, la preciosa sillería del coro, el sepulcro de El Tostado (popular obispo de la ciudad), el museo catedralicio y el genial retablo del altar mayor, obra, entre otros, de Pedro Berruguete.

Sin salir del recinto amurallado, hay que acercarse a la agradable plaza de la Santa, en la que con certeza, correteó la pequeña Teresa de Cepeda, covertida más tarde en reformadora de la Orden del Carmelo. Seguramente también la frecuentaría san Juan de la Cruz, uno de los personajes más celebres de la literatura mística española. Sobre la casa natal de santa Teresa se levantó tiempo después un convento, en cuya cripta se ha instalado un interesante museo sobre su vida y su obra.

Enfrente se abre otra de las puertas de la muralla, por la que se sale a uno de los paseos más atractivos de la ciudad, y también uno de los más frecuentados por los lugareños: el del Rastro. Por él, bordeando la enorme pared de piedra y disfrutando de buenas vistas sobre el valle de Amblés, se alcanza la animada plaza de Santa Teresa. En ella se encuentra uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica de Avila, la iglesia de San Pedro, con un impresionante rosetón en su portada en su portada. Los amantes de este estilo deben visitar asimismo la basílica de San Vicente, Sabina y Cristeta, que, según la leyenda, murieron martirizados. Su tumba es uno de los principales atractivos del templo, ahora restaurado.

En la zona extramuros también hay otros edificios religiosos de interés, como los monasterios de la Encarnación, en el que santa Teresa pasaría casi treinta años de su vida, y el de Santo Tomás, construido en estilo gótico isabelino bajo el patrocinio directo de los Reyes Católicos y del funesto inquisidor Torquemada.

Tras el recorrido por el Avila espiritual, hay que adentrarse otra vez por la zona amurallada, donde están la mayoría de los edificios civiles. Junto a la catedral destacan los palacios de Velada y Valderrábanos, convertidos hoy en elegantes hoteles. Tampoco hay que olvidar la mansión de los Polentinos, con su fachada renacentista, al palacio de los Dávila con su aspecto de fortaleza, el torreón de los Guzmanes, que tiene su patio porticado y es sede de la Diputación Provincial, y la mansión de los Deanes, que acoge el Museo Provincial.

En este museo se guardan piezas pertenecientes a las diversas culturas que han poblado la región, como los vetones, de quienes se han encontrado varios poblados en los alrededores. Este pueblo es famoso por sus verracos, unas singulares esculturas. Aunque las más célebres son los Toros de Guisando, a unos 50 kilómetros, de Avila, en la misma ciudad hay algunos ejemplos bien conservados, como el que se encuentra en la plaza de Calvo Sotelo, en el solar del antiguo Alcazár.

Todavía le quedan a Avila algunos tesoros, como la porticada plaza del Ayuntamiento o del Mercado Chico, calles peatonales y muchos rincones arbolados que invitan a recorrerlos sin ninguna prisa.

Antes de abandonar este rincón de Castilla, concluimos la visita como la empezamos, con una panorámica, esta vez desde lo alto de la muralla. Para disfrutarla, vamos a dos de sus puertas, la del Alcazar y la del Peso de la Harina, ambas en el lienzo este, cada una a un lado de la catedral. Subiendo a sus pétreos muros, al atardecer, nos despedimos de una población que es Patrimonio de la Humanidad desde 1985.

Para aquellos que dispongan de tiempo, en los alrededores pueden visitar, además de los Toros de Guisando, la Sierra de Gredos que es el techo de Castilla y acoge un sinfín de caminos, gargantas, hondonadas, lagos y crestas. El embalse del Burguillo, placido y bonito pantano que se nutre de las aguas del río Alberche. Solasancho. Junto a este pueblo se halla el castro de Ula ca, en el que destaca un altar de sacrificios tallado en piedra y Las Navas del Marques con el castillo de Magalia, del siglo XVI. En cualquiera de estos lugares, se pueden degustar los platos a base de ternera, cochinillo o cordero, así como recetas con truchas. No dejar de probas las judías de El Barco y, entre los dulces, sería imperdonable no degustar las yemas de Santa Teresa.

Por la vida, ilis

chogori
23/09/2015, 22:07
:icon_aplausos:

Saludos!

CARLETES
23/09/2015, 22:16
Maravilloso relato!!

Un saludo desde Elche.

voltios
23/09/2015, 22:32
me acabas de informar de cosas que yo ni conocia,
y no sera por que no no la visite, ayer y hoy estube por Avila.
no se te olvide el valle del Tietar con un monton de pueblos que nos acojen con cordialidad.
gracias.

ilis
24/09/2015, 20:56
me acabas de informar de cosas que yo ni conocia,
y no sera por que no no la visite, ayer y hoy estube por Avila.
no se te olvide el valle del Tietar con un monton de pueblos que nos acojen con cordialidad.
gracias.

BASTA YA

VOLTIOOOS quien mejos que tu para ampliar el "hilo" con aportaciones sobre el valle del Tietar ?

Por la vida, ilis

alcoyano
25/09/2015, 09:21
Cuatro Postes bien se merece un hilo en este foro.
Desde que estuve allí, cada vez que recuerdo o me hacen recordar Ávila, me sale esa preciosa vista que desde Cuatro Postes tiene esa preciosa ciudad.
¡¡¡ Una verdadera maravilla !!!.
Gracias Ilis. Has abierto un gran hilo:icon_aplausos:

lento
25/09/2015, 11:43
Bien explicado ILIS:icon_cervezas: