El número de autocaravanistas en España ha aumentado espectacularmente en los últimos años y del mismo modo ha crecido el número de asociados a la Plataforma de Autocaravanas Autónoma, lo que hace que un altísimo porcentaje de los nuevos afiliados a esta asociación aun conociendo sus objetivos generales y sus actuaciones presentes puede que desconozcan la génesis de su creación cuya expresión seguramente podría ayudar un poco a entender la situación actual.
El panorama en el momento de la creación de la P. A. C. A. se podría resumir más o menos de la siguiente manera:
Desde varias décadas atrás, a los usuarios de autocaravanas se les ha venido englobando dentro del mundo del campismo. La conformación de las relaciones entre los agentes que intervienen en ese denominado “Sector Camping-Caravaning” es, cuando menos, curiosa:
Los agentes económicos hacen lo que tienen que hacer, procurar la colocación de sus productos en el mercado.
Los propietarios de las instalaciones de acogida velan igualmente por sus intereses.
La prensa especializada no vive tanto de sus lectores o suscriptores como de los anunciantes, sean vendedores de elementos de acampada, sean propietarios de campings, de lo que resulta que está aún por verse la primera crítica seria de una caravana, de una autocaravana o de las condiciones de acogida y prestación de servicios de algún camping. De esto resulta que dichas publicaciones, más que dedicarse a prestar un servicio público de información a sus lectores, parecen un simple catálogo de anunciantes a quienes dan la impresión de estar siempre supeditados.
Las organizaciones de usuarios se encuentran agrupadas en una entidad única cuya principal actividad es la organización de acampadas multitudinarias, la oferta a sus socios de descuentos en las revistas publicitarias anteriormente aludidas y, curiosamente, de una guía de campings en la que, salvo error u omisión, no aparece ninguna recomendación negativa para ninguno de ellos (y seguramente más de uno los lectores de este mensaje conoce alguno que merecería estar en la lista negra de este tipo de instalaciones).
En fin, nos encontramos con una situación en que la conformación de las relaciones de fuerzas e intereses ha llegado a un equilibrio, a un “statu quo” en el que cada uno de los actores favorece los intereses de los otros y resulta al mismo tiempo favorecido o protegido por ellos. No se trata, en ningún caso, de nada que pueda tacharse de ilegal, se trata simplemente de un equilibrio de intereses establecido por aquellos que de modo directo o indirecto controlan este mundillo. Nadie le pisa el pié a nadie, todos nos protegemos mutuamente las espaldas, los usuarios siguen pagando por lo que se les ofrece y todo el mundo queda contento.
Bueno . . . . . . . . todo el mundo, todo el mundo no, porque los autocaravanistas vienen sufriendo atropellos en sus derechos desde hace ya mucho tiempo y ninguno de estos actores “tradicionales” parecía hacer nada en su defensa.
Pero hete aquí, que un buen día, un grupo de autocaravanistas asturianos a los que nunca estaremos suficientemente agradecidos, hartos ya de la persecución a la que se veían sometidos en el Principado convocan por todos los medios que pueden a otros compañeros a una salida con reunión incluida en la que se pretende gestar la creación de una asociación de autocaravanistas para defenderse de los ya inaguantables atropellos que sufren. A esta salida asisten también algunos usuarios de otras regiones que son admitidos, en principio, como invitados.
En una segunda reunión, ya más formal, se crea oficialmente la "Plataforma de Autocaravanas Asturiana" (P. A. C. A.) teniendo como objetivos los que ya todos conocemos.
La noticia de la creación de una asociación de autocaravanistas con vocación reivindicativa tuvo inmediatamente repercusión nacional y fueron tantos los compañeros de todos los puntos del país que se interesaron en asociarse que hubo que plantearse la modificación de los Estatutos para extender el ámbito de actuación que pasó entonces del Regional del Principado de Asturias al Nacional con el consiguiente cambio de denominación que, para conservar las siglas iniciales y de paso recalcar su vocación de independencia, acabó siendo la "Plataforma de Autocaravanas Autónoma" (P. A. C. A.).
Las reacciones de los poderes establecidos en nuestro mundillo oscilaron desde el choteo, el cachondeo y la mayor de las indiferencias hasta la minusvaloración, tachando de radicales descontrolados a los miembros de esta asociación y la advertencia de que esa no era la vía más adecuada y efectiva para la solución de los problemas de los autocaravanistas propugnada fundamentalmente por un conocido predicador en este y otros foros al que por esas y otras muchas razones se le denegó tiempo después, en votación democrática, el ingreso como socio de la Plataforma cuando (¿converso?) lo solicitó.
Sin embargo el tiempo fue pasando rápidamente y la actividad de la Plataforma empezó a manifestarse y darse a conocer, haciendo que, con un lento pero seguro goteo el número de afiliados creciera constantemente.
Fué entonces cuando las "Fuerzas Vivas" del "Sector camping-caravaning" empezaron a tomarse en serio la existencia de la Plataforma. Su consolidación suponía, al menos, tres problemas:
1.- No importaba lo que la PACA pudiera hacer, sino el mero hecho de que hiciera algo, por la sencilla razón de que cada acción de la Asociación ponía en evidencia sus lustros y lustros de inactividad, de pasividad y feliz complacencia.
2.- El hecho de que la Asociación manifestara y evidenciara repetidamente su vocación de independencia y de total autonomía en la defensa de los intereses de los autocaravanistas.
3.- La consolidación de una verdadera Organización de usuarios verdaderamente libre e independiente obliga a aplicar el viejo principio de todo poder acostumbrado a no tener alternativas de que "quien no está conmigo, está (o quizá lo llegue a estar) contra mi".
En todo caso, la existencia de una agrupación de usuarios "descontrolada", suponía un desagradable grano en "salva sea la parte" de imprevisibles consecuencias para el delicado equilibrio del sistema.
Como consecuencia, una gran parte (que no todos, por supuesto) del "Sector camping-caravaning" comenzó una campaña de acoso y derribo de la nueva Organización independiente de autocaravanistas, bien directamente, bien, en la mayor parte de los casos, por medio de personas interpuestas, auténticos "hombres de paja" a los que se protege, se adula el ego, se anima e, incluso, se financia para que hagan de contrapeso a la Plataforma.
Las acciones en este sentido han sido y siguen siendo de todos los tipos que imaginarse pueda:
Se han hecho intentos de regalar los oídos a sus dirigentes con el fin de atraer la Organización al "lado oscuro".
Se han ofrecido por diversas vías y sistemas (siempre legales, por supuesto) caramelos envenenados en forma de apoyos financieros para el funcionamiento de la Plataforma.
Por supuesto, se ha ofrecido la suscripción a publicaciones a precios reducidos para los socios.
Se ha intentado la introducción de "topos" que puedan controlar e informar de las actividades de la Plataforma tanto en la Junta Directiva como en el sistema de Delegados Provinciales.
Se esta tratando constantemente difundir una imagen de la Plataforma y las personas que trabajan en ella que no se ajusta a la realidad.
Por una parte se nos tacha de oscurantistas, de que no se sabe que es lo que está haciendo el representante de la PACA en el grupo de trabajo autocaravanas en el Observatorio de Seguridad Vial. Los socios que asisten a la inauguración de las áreas y en las reuniones informativas reciben todo tipo de información por parte del representante teniendo a su disposición toda la documentación presentada. Por otra parte se asegura que se estan haciendo las cosas mal. ¿Cómo puede decirse que se hace mal algo de lo que al mismo tiempo se asegura no tener información? ¿En qué quedamos?
También se dice que el proyecto Senado no va a solucionar nada, que no es una buena fórmula, y que era mejor otra fórmula que algunos dicen que tenían y nunca pusieron en marcha. Pero se asalta materialmente a los políticos y funcionarios con los que la P.A.C.A. esta trabajando, para intentar estar ellos dentro, en una clara labor de interferencia ¿En qué quedamos? ¿Sirve para algo lo del Senado o no sirve? ¿Para qué quieren algunos estar allí si no va a solucionar nada?
Toda aquella persona con una cierta relevancia dentro de la Plataforma que se haya mostrado abierta y dialogante ha sido inmediatamente identificada como débil y por tanto objeto del lanzamiento de señuelos de todo tipo intentando su captación y la obtención de información sobre los pasos de la Asociación. Cualquier autocaravanista que haya manifestado la más mínima queja, duda o malestar respecto a la P. A. C. A., no ha tardado en recibir algún mensaje privado o llamada de teléfono en el que después de decirle lo inteligente, lo alto y lo guapo que es, se le invita a pasarse al "lado oscuro".
Se ha llegado, en algún caso, a intentar la formación de candidaturas para la Junta Directiva de la Plataforma con personas a las que, en principio, se las podía suponer manipulables. Si se leen atentamente algunos mensajes aparecidos últimamente en este foro y se observan algunas fotos aparecidas recientemente en la prensa especializada, se puede caer en la sospecha de que en este momento se está gestando alguna maniobra de este tipo.
Por supuesto, se ha establecido como norma entre determinadas personas (siempre exactamente las mismas: El Okupa y sus ********) el hacer propaganda negativa de todo aquello que tenga relación con la PACA:
Su Junta Directiva es, invariablemente, dictatorial, soberbia y prepotente.
Sus acciones nunca alcanzan suficiente importancia como para tenerlas en cuenta.
La Plataforma es un impedimento para el desarrollo de otras estrategias mejores (Estrategias que, por otra parte, a nadie se le hubiese ocurrido pensar o intentar si no existiera la Plataforma como ocurría antes de su creación).
La masa social de la Plataforma, o no tiene demasiadas luces, o está desinformada y manipulada por los directivos (Los manipuladores siempre piensan que si alguien no se deja manipular por él, no es porque tenga criterio y opiniones propias, sino porque hay alguien que les ha manipulado primero).
Los dirigentes y socios más activos de la Plataforma actúan siempre o por interés, o por rencor, o por simple deseo de protagonismo personal . . . . . . . . . De ahí que se pasen horas y horas escribiendo en los foros sobre lo maravillosamente inteligentes que son, y sobre todo lo que saben de autocaravanas, de legislación, de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, de las estadísticas económicas del sector, de los errores que cometen los demás, de informática, de setas o de los efectos cancerígenos del aceite de oliva recalentado . . . . . . .y hasta del sursuncorda.
La retahíla de calumnias, desprecios y acusaciones con la que se trata de minar los cimientos de la Plataforma no tendría final, pero la despreciable e inmunda sombra de duda sobre la honorabilidad de los Directivos que se está haciendo correr en los últimos días acusándoles de beneficiarse personalmente de los fondos de la plataforma es de tal bellaquería que no he podido aguantar más sin tratar mediante este escrito de abrir, en todo lo que me es posible, los ojos de los compañeros que de buena fe observan el espectáculo que les tratan de presentar como una simple lucha personal cuando en realidad no es más que el digno intento de mantener y acrecentar a la primera organización de propietarios de autocaravanas verdaderamente libre e independiente y la sucia guerra desencadenada por aquellos a quienes más preocupa su mera existencia.
La fuerza, la importancia, el valor de la P. A. C. A., lo que la hace verdaderamente diferente . . . . . . y preocupante, no es ni su número de socios, ni su presupuesto ni el número de áreas de servicio que consigua abrir, sino su independencia, su total libertad para actuar en cada momento atendiendo única y exclusivamente a los intereses de los autocaravanistas.
El Marqués
(Comprador compulsivo de alicates)
Socio de la Plataforma de Autocaravanas Autónoma Nº 45
El panorama en el momento de la creación de la P. A. C. A. se podría resumir más o menos de la siguiente manera:
Desde varias décadas atrás, a los usuarios de autocaravanas se les ha venido englobando dentro del mundo del campismo. La conformación de las relaciones entre los agentes que intervienen en ese denominado “Sector Camping-Caravaning” es, cuando menos, curiosa:
Los agentes económicos hacen lo que tienen que hacer, procurar la colocación de sus productos en el mercado.
Los propietarios de las instalaciones de acogida velan igualmente por sus intereses.
La prensa especializada no vive tanto de sus lectores o suscriptores como de los anunciantes, sean vendedores de elementos de acampada, sean propietarios de campings, de lo que resulta que está aún por verse la primera crítica seria de una caravana, de una autocaravana o de las condiciones de acogida y prestación de servicios de algún camping. De esto resulta que dichas publicaciones, más que dedicarse a prestar un servicio público de información a sus lectores, parecen un simple catálogo de anunciantes a quienes dan la impresión de estar siempre supeditados.
Las organizaciones de usuarios se encuentran agrupadas en una entidad única cuya principal actividad es la organización de acampadas multitudinarias, la oferta a sus socios de descuentos en las revistas publicitarias anteriormente aludidas y, curiosamente, de una guía de campings en la que, salvo error u omisión, no aparece ninguna recomendación negativa para ninguno de ellos (y seguramente más de uno los lectores de este mensaje conoce alguno que merecería estar en la lista negra de este tipo de instalaciones).
En fin, nos encontramos con una situación en que la conformación de las relaciones de fuerzas e intereses ha llegado a un equilibrio, a un “statu quo” en el que cada uno de los actores favorece los intereses de los otros y resulta al mismo tiempo favorecido o protegido por ellos. No se trata, en ningún caso, de nada que pueda tacharse de ilegal, se trata simplemente de un equilibrio de intereses establecido por aquellos que de modo directo o indirecto controlan este mundillo. Nadie le pisa el pié a nadie, todos nos protegemos mutuamente las espaldas, los usuarios siguen pagando por lo que se les ofrece y todo el mundo queda contento.
Bueno . . . . . . . . todo el mundo, todo el mundo no, porque los autocaravanistas vienen sufriendo atropellos en sus derechos desde hace ya mucho tiempo y ninguno de estos actores “tradicionales” parecía hacer nada en su defensa.
Pero hete aquí, que un buen día, un grupo de autocaravanistas asturianos a los que nunca estaremos suficientemente agradecidos, hartos ya de la persecución a la que se veían sometidos en el Principado convocan por todos los medios que pueden a otros compañeros a una salida con reunión incluida en la que se pretende gestar la creación de una asociación de autocaravanistas para defenderse de los ya inaguantables atropellos que sufren. A esta salida asisten también algunos usuarios de otras regiones que son admitidos, en principio, como invitados.
En una segunda reunión, ya más formal, se crea oficialmente la "Plataforma de Autocaravanas Asturiana" (P. A. C. A.) teniendo como objetivos los que ya todos conocemos.
La noticia de la creación de una asociación de autocaravanistas con vocación reivindicativa tuvo inmediatamente repercusión nacional y fueron tantos los compañeros de todos los puntos del país que se interesaron en asociarse que hubo que plantearse la modificación de los Estatutos para extender el ámbito de actuación que pasó entonces del Regional del Principado de Asturias al Nacional con el consiguiente cambio de denominación que, para conservar las siglas iniciales y de paso recalcar su vocación de independencia, acabó siendo la "Plataforma de Autocaravanas Autónoma" (P. A. C. A.).
Las reacciones de los poderes establecidos en nuestro mundillo oscilaron desde el choteo, el cachondeo y la mayor de las indiferencias hasta la minusvaloración, tachando de radicales descontrolados a los miembros de esta asociación y la advertencia de que esa no era la vía más adecuada y efectiva para la solución de los problemas de los autocaravanistas propugnada fundamentalmente por un conocido predicador en este y otros foros al que por esas y otras muchas razones se le denegó tiempo después, en votación democrática, el ingreso como socio de la Plataforma cuando (¿converso?) lo solicitó.
Sin embargo el tiempo fue pasando rápidamente y la actividad de la Plataforma empezó a manifestarse y darse a conocer, haciendo que, con un lento pero seguro goteo el número de afiliados creciera constantemente.
Fué entonces cuando las "Fuerzas Vivas" del "Sector camping-caravaning" empezaron a tomarse en serio la existencia de la Plataforma. Su consolidación suponía, al menos, tres problemas:
1.- No importaba lo que la PACA pudiera hacer, sino el mero hecho de que hiciera algo, por la sencilla razón de que cada acción de la Asociación ponía en evidencia sus lustros y lustros de inactividad, de pasividad y feliz complacencia.
2.- El hecho de que la Asociación manifestara y evidenciara repetidamente su vocación de independencia y de total autonomía en la defensa de los intereses de los autocaravanistas.
3.- La consolidación de una verdadera Organización de usuarios verdaderamente libre e independiente obliga a aplicar el viejo principio de todo poder acostumbrado a no tener alternativas de que "quien no está conmigo, está (o quizá lo llegue a estar) contra mi".
En todo caso, la existencia de una agrupación de usuarios "descontrolada", suponía un desagradable grano en "salva sea la parte" de imprevisibles consecuencias para el delicado equilibrio del sistema.
Como consecuencia, una gran parte (que no todos, por supuesto) del "Sector camping-caravaning" comenzó una campaña de acoso y derribo de la nueva Organización independiente de autocaravanistas, bien directamente, bien, en la mayor parte de los casos, por medio de personas interpuestas, auténticos "hombres de paja" a los que se protege, se adula el ego, se anima e, incluso, se financia para que hagan de contrapeso a la Plataforma.
Las acciones en este sentido han sido y siguen siendo de todos los tipos que imaginarse pueda:
Se han hecho intentos de regalar los oídos a sus dirigentes con el fin de atraer la Organización al "lado oscuro".
Se han ofrecido por diversas vías y sistemas (siempre legales, por supuesto) caramelos envenenados en forma de apoyos financieros para el funcionamiento de la Plataforma.
Por supuesto, se ha ofrecido la suscripción a publicaciones a precios reducidos para los socios.
Se ha intentado la introducción de "topos" que puedan controlar e informar de las actividades de la Plataforma tanto en la Junta Directiva como en el sistema de Delegados Provinciales.
Se esta tratando constantemente difundir una imagen de la Plataforma y las personas que trabajan en ella que no se ajusta a la realidad.
Por una parte se nos tacha de oscurantistas, de que no se sabe que es lo que está haciendo el representante de la PACA en el grupo de trabajo autocaravanas en el Observatorio de Seguridad Vial. Los socios que asisten a la inauguración de las áreas y en las reuniones informativas reciben todo tipo de información por parte del representante teniendo a su disposición toda la documentación presentada. Por otra parte se asegura que se estan haciendo las cosas mal. ¿Cómo puede decirse que se hace mal algo de lo que al mismo tiempo se asegura no tener información? ¿En qué quedamos?
También se dice que el proyecto Senado no va a solucionar nada, que no es una buena fórmula, y que era mejor otra fórmula que algunos dicen que tenían y nunca pusieron en marcha. Pero se asalta materialmente a los políticos y funcionarios con los que la P.A.C.A. esta trabajando, para intentar estar ellos dentro, en una clara labor de interferencia ¿En qué quedamos? ¿Sirve para algo lo del Senado o no sirve? ¿Para qué quieren algunos estar allí si no va a solucionar nada?
Toda aquella persona con una cierta relevancia dentro de la Plataforma que se haya mostrado abierta y dialogante ha sido inmediatamente identificada como débil y por tanto objeto del lanzamiento de señuelos de todo tipo intentando su captación y la obtención de información sobre los pasos de la Asociación. Cualquier autocaravanista que haya manifestado la más mínima queja, duda o malestar respecto a la P. A. C. A., no ha tardado en recibir algún mensaje privado o llamada de teléfono en el que después de decirle lo inteligente, lo alto y lo guapo que es, se le invita a pasarse al "lado oscuro".
Se ha llegado, en algún caso, a intentar la formación de candidaturas para la Junta Directiva de la Plataforma con personas a las que, en principio, se las podía suponer manipulables. Si se leen atentamente algunos mensajes aparecidos últimamente en este foro y se observan algunas fotos aparecidas recientemente en la prensa especializada, se puede caer en la sospecha de que en este momento se está gestando alguna maniobra de este tipo.
Por supuesto, se ha establecido como norma entre determinadas personas (siempre exactamente las mismas: El Okupa y sus ********) el hacer propaganda negativa de todo aquello que tenga relación con la PACA:
Su Junta Directiva es, invariablemente, dictatorial, soberbia y prepotente.
Sus acciones nunca alcanzan suficiente importancia como para tenerlas en cuenta.
La Plataforma es un impedimento para el desarrollo de otras estrategias mejores (Estrategias que, por otra parte, a nadie se le hubiese ocurrido pensar o intentar si no existiera la Plataforma como ocurría antes de su creación).
La masa social de la Plataforma, o no tiene demasiadas luces, o está desinformada y manipulada por los directivos (Los manipuladores siempre piensan que si alguien no se deja manipular por él, no es porque tenga criterio y opiniones propias, sino porque hay alguien que les ha manipulado primero).
Los dirigentes y socios más activos de la Plataforma actúan siempre o por interés, o por rencor, o por simple deseo de protagonismo personal . . . . . . . . . De ahí que se pasen horas y horas escribiendo en los foros sobre lo maravillosamente inteligentes que son, y sobre todo lo que saben de autocaravanas, de legislación, de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, de las estadísticas económicas del sector, de los errores que cometen los demás, de informática, de setas o de los efectos cancerígenos del aceite de oliva recalentado . . . . . . .y hasta del sursuncorda.
La retahíla de calumnias, desprecios y acusaciones con la que se trata de minar los cimientos de la Plataforma no tendría final, pero la despreciable e inmunda sombra de duda sobre la honorabilidad de los Directivos que se está haciendo correr en los últimos días acusándoles de beneficiarse personalmente de los fondos de la plataforma es de tal bellaquería que no he podido aguantar más sin tratar mediante este escrito de abrir, en todo lo que me es posible, los ojos de los compañeros que de buena fe observan el espectáculo que les tratan de presentar como una simple lucha personal cuando en realidad no es más que el digno intento de mantener y acrecentar a la primera organización de propietarios de autocaravanas verdaderamente libre e independiente y la sucia guerra desencadenada por aquellos a quienes más preocupa su mera existencia.
La fuerza, la importancia, el valor de la P. A. C. A., lo que la hace verdaderamente diferente . . . . . . y preocupante, no es ni su número de socios, ni su presupuesto ni el número de áreas de servicio que consigua abrir, sino su independencia, su total libertad para actuar en cada momento atendiendo única y exclusivamente a los intereses de los autocaravanistas.
El Marqués
(Comprador compulsivo de alicates)
Socio de la Plataforma de Autocaravanas Autónoma Nº 45
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