Bueno pues la verdad es que no sé muy bien por dónde empezar, no tengo claro si tuve buena suerte o mala, el caso es que lo sucedido es lo siguiente.
Este domingo pasado volvía de Bilbao a Pontevedra por la autopista, tras pelear con el viento durante cientos de kilómetros, decidí hacer una parada para comer algo, faltaban escasos kilómetros para el desvió de Benavente hacia mi provincia, me detuve en un área de descaso, lo hice como siempre, me arrime un poco a la derecha para no molestar ni correr riesgos cuando entran los camiones en ella. Tras detenerme me fui hacia la parte trasera para abrir el frigorífico y coger algo de comer…………..
- **** que pasa………….
La autocaravana se balanceo hacia la izquierda, en apenas un segundo se inclino más, me senté en el volante para salir del lugar pero ya resulto imposible, viendo como la ac se inclinaba a toda velocidad grite.
- Todo el mundo fuera que volcamos.
Mi mujer cogió a las niñas y salto como pudo por la puerta, acto seguido yo hice lo mismo.
Desde fuera podíamos ver como la autocaravana se inclinaba cada ver más, me subí en la puerta del conductor para intentar hacer de contrapeso, ni que decir tiene que no sirvió de nada, por aquel entonces las ruedas que estaban en el asfalto ya no tenían contacto con él, la autocaravana se balanceaba al ritmo del viento.
Se me ocurrió utilizar la amortiguación neumática, hinche la parte derecha hasta donde pudo el compresor, más de 12 kilos, y deshinche a tope la izquierda, fue la única manera de conseguir detener el vuelco que ya era inminente.
La sensación de impotencia era total, no tenía nada que pudiera utilizar para apuntalar la auto, el viento encima jugaba en mi contra pues la empujaba hacia la derecha.
Llame a la aseguradora explicando lo que me estaba pasando, dada la urgencia me pasaron en pocos segundos con el gruista más cercano, resulto que por suerte estábamos muy cerca de Benavente, le esplique lo que pasaba y donde estaba, apenas tardo media hora en aparecer con un camión con una gigantesca grúa pluma.
Apuntalamos la ac para asegurar que no se callera encima de nadie, y gracias a la pericia de este señor conseguimos enderezar la ac y posteriormente sacarlo los escasos centímetros que hicieron falta para ponerla en el asfalto.
¿Qué **** paso?
Manda carallo ( como decimos en mi tierra ), resulta que la plaga de los topillos, si esos bichos que muchos solo vimos en la televisión, tienen totalmente horadadas las cunetas de muchos puntos kilométricos de las carreteras que castilla, la tierra que se podía ver solo era un espejismo, bajo ella cientos de túneles la convirtieron en un queso gruyer, el señor de la grúa me conto cuanto los ánimos se serenaron que hacia un par de semanas tuvieron que levantar un tráiler que volcó por el mismo motivo apenas unos metros de distancia de la mía.
Esto lo cuento con el único motivo de que no le pase a nadie más, y es que por esas tierras un arcén aparentemente inofensivo se puede convertir en una trampa mortal.
Adjunto un par de fotos que me dio tiempo de hacer antes de que las cosas fueran a peor, pero en ellas si os fijáis podréis ver el Angulo de inclinación de la ac, y como las ruedas de la izquierda empiezan a levantarse del asfalto.
Bueno pues esto fue lo mas dramático, pero lo más triste es lo que sigue.
Esto sucedió en una larguísima recta con perfecta visibilidad, en apenas unos pocos metros de la salida hacia el área, por lo tanto se nos podía ver desde por lo menos un par de kilómetros, la autocaravana estaba tan inclinada que se podía ver que teníamos problemas desde muy lejos, mis hijas en calcetines sobre el asfalto, la temperatura uno o dos grados sobre cero, la lluvia arreciaba, las niñas abrazadas a su madre y presas de un ataque de pánico (creo que comprensible).
Sabéis cuantas autos pasaron por nuestro lado durante esos frenéticos momentos, por lo menos cinco. Sabéis cuantas pararon para ayudar, no se por lo menos decir te echo una mano, mete a tus hijas en mi ac, ¿QUE COÑO PUEDO HACER¿…………… ninguna, “ me cago en su **** madre”. Ni sé cuantas veces en estos 20 años de autocaravanistas pare yo para ayudar a los colegas por esos mundos de dios, en la de accidentes que mi mujer y yo ayudamos a los heridos, todavía arrastro una hernia lumbar por sacar a un herido de un coche en llamas………… y para que, para que cuando necesito ayuda mis colegas lo único que hacer es reducir la marcha para ver si mi ac termina de volcar, o como hizo la mujer de uno …………. Hacernos una foto a mi familia y a mi completamente mojados ……………… repito “ su **** madre”.
Donde están esos colegas que te dan luces cuando te cruzas, donde están esos colegas que te dan las gracias por tal o cual favor…………. Donde **** están cuando más los necesitas.
Sé que no todos sois así, pero cinco de cinco es el cien por cien, nadie recogió a mi familia, nadie me echó una mano, la verdad es que en estos momentos estoy tentado de vender mi ac y dedicarme a otra cosa.
Pero de seguir prometo solemnemente no convertirme en un “ hijo de **** “ como los ya mencionados.
Por cierto si algún día veo la foto en algún foro que procure no cruzarse en mi camino.
Gracias a los auténticos colegas que los hay Wind.
Este domingo pasado volvía de Bilbao a Pontevedra por la autopista, tras pelear con el viento durante cientos de kilómetros, decidí hacer una parada para comer algo, faltaban escasos kilómetros para el desvió de Benavente hacia mi provincia, me detuve en un área de descaso, lo hice como siempre, me arrime un poco a la derecha para no molestar ni correr riesgos cuando entran los camiones en ella. Tras detenerme me fui hacia la parte trasera para abrir el frigorífico y coger algo de comer…………..
- **** que pasa………….
La autocaravana se balanceo hacia la izquierda, en apenas un segundo se inclino más, me senté en el volante para salir del lugar pero ya resulto imposible, viendo como la ac se inclinaba a toda velocidad grite.
- Todo el mundo fuera que volcamos.
Mi mujer cogió a las niñas y salto como pudo por la puerta, acto seguido yo hice lo mismo.
Desde fuera podíamos ver como la autocaravana se inclinaba cada ver más, me subí en la puerta del conductor para intentar hacer de contrapeso, ni que decir tiene que no sirvió de nada, por aquel entonces las ruedas que estaban en el asfalto ya no tenían contacto con él, la autocaravana se balanceaba al ritmo del viento.
Se me ocurrió utilizar la amortiguación neumática, hinche la parte derecha hasta donde pudo el compresor, más de 12 kilos, y deshinche a tope la izquierda, fue la única manera de conseguir detener el vuelco que ya era inminente.
La sensación de impotencia era total, no tenía nada que pudiera utilizar para apuntalar la auto, el viento encima jugaba en mi contra pues la empujaba hacia la derecha.
Llame a la aseguradora explicando lo que me estaba pasando, dada la urgencia me pasaron en pocos segundos con el gruista más cercano, resulto que por suerte estábamos muy cerca de Benavente, le esplique lo que pasaba y donde estaba, apenas tardo media hora en aparecer con un camión con una gigantesca grúa pluma.
Apuntalamos la ac para asegurar que no se callera encima de nadie, y gracias a la pericia de este señor conseguimos enderezar la ac y posteriormente sacarlo los escasos centímetros que hicieron falta para ponerla en el asfalto.
¿Qué **** paso?
Manda carallo ( como decimos en mi tierra ), resulta que la plaga de los topillos, si esos bichos que muchos solo vimos en la televisión, tienen totalmente horadadas las cunetas de muchos puntos kilométricos de las carreteras que castilla, la tierra que se podía ver solo era un espejismo, bajo ella cientos de túneles la convirtieron en un queso gruyer, el señor de la grúa me conto cuanto los ánimos se serenaron que hacia un par de semanas tuvieron que levantar un tráiler que volcó por el mismo motivo apenas unos metros de distancia de la mía.
Esto lo cuento con el único motivo de que no le pase a nadie más, y es que por esas tierras un arcén aparentemente inofensivo se puede convertir en una trampa mortal.
Adjunto un par de fotos que me dio tiempo de hacer antes de que las cosas fueran a peor, pero en ellas si os fijáis podréis ver el Angulo de inclinación de la ac, y como las ruedas de la izquierda empiezan a levantarse del asfalto.
Bueno pues esto fue lo mas dramático, pero lo más triste es lo que sigue.
Esto sucedió en una larguísima recta con perfecta visibilidad, en apenas unos pocos metros de la salida hacia el área, por lo tanto se nos podía ver desde por lo menos un par de kilómetros, la autocaravana estaba tan inclinada que se podía ver que teníamos problemas desde muy lejos, mis hijas en calcetines sobre el asfalto, la temperatura uno o dos grados sobre cero, la lluvia arreciaba, las niñas abrazadas a su madre y presas de un ataque de pánico (creo que comprensible).
Sabéis cuantas autos pasaron por nuestro lado durante esos frenéticos momentos, por lo menos cinco. Sabéis cuantas pararon para ayudar, no se por lo menos decir te echo una mano, mete a tus hijas en mi ac, ¿QUE COÑO PUEDO HACER¿…………… ninguna, “ me cago en su **** madre”. Ni sé cuantas veces en estos 20 años de autocaravanistas pare yo para ayudar a los colegas por esos mundos de dios, en la de accidentes que mi mujer y yo ayudamos a los heridos, todavía arrastro una hernia lumbar por sacar a un herido de un coche en llamas………… y para que, para que cuando necesito ayuda mis colegas lo único que hacer es reducir la marcha para ver si mi ac termina de volcar, o como hizo la mujer de uno …………. Hacernos una foto a mi familia y a mi completamente mojados ……………… repito “ su **** madre”.
Donde están esos colegas que te dan luces cuando te cruzas, donde están esos colegas que te dan las gracias por tal o cual favor…………. Donde **** están cuando más los necesitas.
Sé que no todos sois así, pero cinco de cinco es el cien por cien, nadie recogió a mi familia, nadie me echó una mano, la verdad es que en estos momentos estoy tentado de vender mi ac y dedicarme a otra cosa.
Pero de seguir prometo solemnemente no convertirme en un “ hijo de **** “ como los ya mencionados.
Por cierto si algún día veo la foto en algún foro que procure no cruzarse en mi camino.
Gracias a los auténticos colegas que los hay Wind.
Comentario