No se muy bien en que momento decidí viajar a Marruecos; quizás fue al leer un hilo abierto en el foro autocaravanista de AcPasión donde se hablaba de la irracional distribución que hay en el mundo; mientras unos pasaban penurias, otros, una pequeña parte de la población, especulaba con el petróleo, la vivienda, las telecomunicaciones, la sanidad y como no, también con los alimentos…………………
A partir de este hilo un pequeño grupo de viajeros decidieron hacer una pequeña colaboración y organizaron una “caravana solidaria” para llevar ropa, alimentos, material escolar y medicamentos a Marruecos. Desdichadamente esta expedición partió dirección África a finales de octubre, una fecha en la que la mayoría de interesados en el proyecto no disponíamos de días libres.
A finales del 2007, un hilo abierto en otro foro campista donde se hablaba de un viaje de Semana Santa organizado por una conocida y querida pareja de abuelos, residentes en Melilla, me hizo sentir de nuevo las ansias de conocer este país, y sin saber como me encontré comprando guías turísticas y planos de esta monarquía.
Casi sin darme cuenta me volví adicta a algunas páginas de Internet i a los relatos de otros compañeros autocaravanistas que con anterioridad habían visitado este país. Muy pronto un montón de garabatos empezaron a llenar folios blancos, y comencé a familiarizarme con palabras hasta entonces desconocidas para mi, como kasbak (edificaciones fortificadas), ksur (poblaciones amuralladas), madraza (escuela del Corán), feggaguin (antiguos pozos de agua) o mulay (sultán).
Poco a poco la ruta escogida empezó a tomar forma, pero quedaban muchas dudas por resolver, como la documentación necesaria para entrar en el país i los trámites burocráticos para pasar la frontera. Referente a lo primero encontramos mucha información en páginas francesas de camping-car i de la segunda parte los compañeros de TotCàmping Roser y Francesc (Ross) nos hicieron una fantástica descripción de lo que deberíamos hacer al desembarcar en Marruecos.
Ya está todo preparado, sabemos donde comprar los billetes del ferry (Viajes Normandie), hemos comprobado la vigencia de los pasaportes y hemos decidido que día empezaremos nuestra aventura africana ¡¡¡
Inesperadamente recibo un mensaje privado de uno de los componentes de la primera expedición de “Autocaravanistas solidarios”; me informa que quiere repetir la experiencia y le gustaría saber si queremos acompañarlo.
Hay reunión familiar; por un lado nos atrae la idea de viajar acompañados y colaborar en una misión de ayuda humanitaria (aunque somos conscientes que nuestra participación y ayuda será minúscula) por otro no queremos renunciar a un viaje turístico y poder conocer aunque sea superficialmente unas tierras, unas gentes, unas culturas y unos pueblos tan distintos a los nuestros……………….
Finalmente creemos que este viaje puede ofrecernos una experiencia enriquecedora y decidimos unirnos al “convoy” compuesto por:
- Mario, Mª Jesús i su hijo Christopher desde Sotillo de la Adrada.
- Hector, desde la misma población.
- Amparo, Alex y su hijo Ricard desde Stª Mª de Martorelles.
- Neus, Ramón, Eli, Adrià y nuestra mascota Bel·la desde Barcelona.
A medida que pasan los días bolsas de plástico y cajas de cartón llenas de ropa y alimentos se amontonan dentro de casa, pero algunas dudas angustian mi corazón; por razones obvias (las características y dimensiones de nuestros vehículos, el desconocimiento del terreno y los pocos días de que disponemos) hacen que la ruta escogida para entregar todo el material, sea una ruta muy transitada por camiones, 4x4, autocares de turistas y autocaravanas, siempre dispuestos a repartir…………… y no se si estas actuaciones (siempre realizadas de buena fe) no convierten las necesidades básicas de sus habitantes en un “modus vivendi” que en nada les ayudará en su desarrollo.
A partir de este hilo un pequeño grupo de viajeros decidieron hacer una pequeña colaboración y organizaron una “caravana solidaria” para llevar ropa, alimentos, material escolar y medicamentos a Marruecos. Desdichadamente esta expedición partió dirección África a finales de octubre, una fecha en la que la mayoría de interesados en el proyecto no disponíamos de días libres.
A finales del 2007, un hilo abierto en otro foro campista donde se hablaba de un viaje de Semana Santa organizado por una conocida y querida pareja de abuelos, residentes en Melilla, me hizo sentir de nuevo las ansias de conocer este país, y sin saber como me encontré comprando guías turísticas y planos de esta monarquía.
Casi sin darme cuenta me volví adicta a algunas páginas de Internet i a los relatos de otros compañeros autocaravanistas que con anterioridad habían visitado este país. Muy pronto un montón de garabatos empezaron a llenar folios blancos, y comencé a familiarizarme con palabras hasta entonces desconocidas para mi, como kasbak (edificaciones fortificadas), ksur (poblaciones amuralladas), madraza (escuela del Corán), feggaguin (antiguos pozos de agua) o mulay (sultán).
Poco a poco la ruta escogida empezó a tomar forma, pero quedaban muchas dudas por resolver, como la documentación necesaria para entrar en el país i los trámites burocráticos para pasar la frontera. Referente a lo primero encontramos mucha información en páginas francesas de camping-car i de la segunda parte los compañeros de TotCàmping Roser y Francesc (Ross) nos hicieron una fantástica descripción de lo que deberíamos hacer al desembarcar en Marruecos.
Ya está todo preparado, sabemos donde comprar los billetes del ferry (Viajes Normandie), hemos comprobado la vigencia de los pasaportes y hemos decidido que día empezaremos nuestra aventura africana ¡¡¡
Inesperadamente recibo un mensaje privado de uno de los componentes de la primera expedición de “Autocaravanistas solidarios”; me informa que quiere repetir la experiencia y le gustaría saber si queremos acompañarlo.
Hay reunión familiar; por un lado nos atrae la idea de viajar acompañados y colaborar en una misión de ayuda humanitaria (aunque somos conscientes que nuestra participación y ayuda será minúscula) por otro no queremos renunciar a un viaje turístico y poder conocer aunque sea superficialmente unas tierras, unas gentes, unas culturas y unos pueblos tan distintos a los nuestros……………….
Finalmente creemos que este viaje puede ofrecernos una experiencia enriquecedora y decidimos unirnos al “convoy” compuesto por:
- Mario, Mª Jesús i su hijo Christopher desde Sotillo de la Adrada.
- Hector, desde la misma población.
- Amparo, Alex y su hijo Ricard desde Stª Mª de Martorelles.
- Neus, Ramón, Eli, Adrià y nuestra mascota Bel·la desde Barcelona.
A medida que pasan los días bolsas de plástico y cajas de cartón llenas de ropa y alimentos se amontonan dentro de casa, pero algunas dudas angustian mi corazón; por razones obvias (las características y dimensiones de nuestros vehículos, el desconocimiento del terreno y los pocos días de que disponemos) hacen que la ruta escogida para entregar todo el material, sea una ruta muy transitada por camiones, 4x4, autocares de turistas y autocaravanas, siempre dispuestos a repartir…………… y no se si estas actuaciones (siempre realizadas de buena fe) no convierten las necesidades básicas de sus habitantes en un “modus vivendi” que en nada les ayudará en su desarrollo.
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