Baron B
11/02/2010, 10:34
El martes día 9, a las 12 de la mañana me encuentro en el puerto de Tánger para regresar a España. Ya he pasado la frontera, los papelitos, lo del coche, el scanner, las 20 propinas a todo el que se te arrima, etc. etc.
Cuando ya estoy casi subido en la rampa del ferry, finalmente otro policía me pide los pasaportes. Se los entrego y al momento me dice que me baje. Como me parece extraña esta actitud le pregunto si hay algún problema y me dice que sí, que llevo a una persona debajo de la autocaravana.
El susto monumental, la cara de mi mujer, de película de terror.
Me bajo y el policía y yo nos agachamos. Él empieza a golpear y a gritar algo a alguien. Imaginaros mi asombro cuando veo unos pies aparecer por debajo, bajándose. Era un chaval como de unos 14 ó 16 años. Se lo llevaron a una cabina allí mismo y no le volví a ver.
Al verme un poco alterado la policía me tranquilizó, me dijo que no pasaba nada, que lo estaban intentando todos los días. Que ahora me tomarían nota y me podría marchar.
La verdad es que no sé si me tomaron nota pues no me preguntaron nada más. Revisaron la auto por dentro y por fuera pero de manera un tanto rutinaria y... a embarcar.
No puedo dejar de decir que la policía marroquí se portó con nosotros de manera ejemplar en todo momento, tanquilizándonos y diciendo que no pasaba nada en absoluto.
Eso sí: ¡el susto nos lo llevamos!
Cuando ya estoy casi subido en la rampa del ferry, finalmente otro policía me pide los pasaportes. Se los entrego y al momento me dice que me baje. Como me parece extraña esta actitud le pregunto si hay algún problema y me dice que sí, que llevo a una persona debajo de la autocaravana.
El susto monumental, la cara de mi mujer, de película de terror.
Me bajo y el policía y yo nos agachamos. Él empieza a golpear y a gritar algo a alguien. Imaginaros mi asombro cuando veo unos pies aparecer por debajo, bajándose. Era un chaval como de unos 14 ó 16 años. Se lo llevaron a una cabina allí mismo y no le volví a ver.
Al verme un poco alterado la policía me tranquilizó, me dijo que no pasaba nada, que lo estaban intentando todos los días. Que ahora me tomarían nota y me podría marchar.
La verdad es que no sé si me tomaron nota pues no me preguntaron nada más. Revisaron la auto por dentro y por fuera pero de manera un tanto rutinaria y... a embarcar.
No puedo dejar de decir que la policía marroquí se portó con nosotros de manera ejemplar en todo momento, tanquilizándonos y diciendo que no pasaba nada en absoluto.
Eso sí: ¡el susto nos lo llevamos!