Viaje a Canadá, USA, México

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  • Diego Bali
    Usuario
    • 18 dic, 2016
    • 140
    • Cordera 45. Torremolinos

    El penúltimo día de la estancia en San Pedro, viendo como apretaba el sol durante las horas centrales del día, tomé la decisión de bajar hacia Tierra de Fuego por la costa de Chile, donde se está muy fresquito y no por Argentina, donde las temperaturas recién entrado el verano austral, muchos días se acercan a los 35/38° y eso, sin una buena sombra, lo llevo mal.
    La carretera hasta Tocopilla, muy buena y los 260 km se hacen rápido. La señalización excelente y por cierto, primera vez que siento esa impresión una vez que dejé las carreteras de Canadá y USA.
    Esta pequeña ciudad es muy estrecha y está encajonada entre el puerto y una montaña que desciende vertiginosamente hasta el mar. Hice una única pernocta, porque no era el sitio ideal donde descansar unos días del viaje, que en estas últimas semanas ha sido bastante intenso.
    Al día siguiente, la Nacional 1 me llevó 30 km hacia el sur, hasta Playa Conchuela. Playa desierta donde solo viven seis familias y donde hay un pequeño chiringuito con muy buena cocina con pescados frescos, y ahí decidí quedarme a descansar y a pasar las Navidades. Es una pequeña caleta, de fácil acceso y donde he aprovechado también para ordenar cosas domésticas dentro de la AC, limpieza del motor y reagrupamiento de la bodega, y sobre todo, poder leer con tranquilidad sin hacer planes de ruta para los próximos días.
    Entre Playa Conchuela y Mejillones, hay playas kilométricas y multitud de sitios para quedarse a pasar el día. Las playas no invitan mucho a bañarse, debido al fresquito, pero los sitios resultan atractivos para detenerse y pasar un buen día.
    Extraordinarias las playas de Hornitos y Punta Itata, donde dormí a pierna suelta.
    No lejos, está Mejillones, una ciudad que, a pesar de ser pequeña, tiene mucha actividad concentrada en una zona industrial, 8 km antes de llegar al centro, junto a un puerto.
    Hay que visitar Punta Angamos desde la que se divisa toda la bahía de Mejillones y Las Loberas, con muchos lobos marinos, aunque ya no tan pacíficos como los de las Galápagos. En esta zona, quizás por la hora, se podía ver un extraordinario contraste entre la arena del desierto y el azul de un intensísimo cielo.
    En Mejillones, me quedé a dormir junto al cuartel de los carabineros, no muy silencioso porque pasan buses de pasajeros, pero presumiblemente tranquilo, que es lo más esencial.
    Por cierto, el nombre de Mejillones no tiene que ver con el nuestro. Aquí los mejillones son como nuestras vieiras y a nuestros mejillones, aquí les llaman choritos que, y aunque haya mejillones, no han sido los que han formado la toponimia del sitio.
    Varias personas entradas en años, me han confirmado que hasta hace solo 8 o 10 años, durante los meses de verano, es decir desde primeros de noviembre hasta fines de febrero, en toda esta zona, la mayoría de las familias se iban a cenar y tomar baños a la playa, cosa que, con el clima actual, haría falta bastante atrevimiento. Es otra confirmación, oída en tantas otras partes, del más que posible cambio de clima.
    Toda la ruta costera hacia Antofagasta se hace a través del desierto de Atacama pero lo bueno es que la temperatura es muy buena y una brisa marina continua y refrescante. La ruta excelente e incluso una vez salido de Mejillones, 30 km antes de Antofagasta, hay una muy buena autovía que además tiene un área de descanso bien cuidada y con magníficos servicios, incluyendo duchas con agua caliente. Una sorpresa muy positiva.
    A 15 km antes de llegar a Antofagasta, o “Antofa”, como casi todos llaman, está el Monumento Natural La Portada. Es un arco formada por la erosión del mar y el viento y para visitarlo solo hay que desviarse 3 km de la general. Un poco antes, sobre la misma carretera N 1, hay un monumento para señalar la situación del trópico de Capricornio.
    La ciudad tiene un bonito y muy largo paseo paralelo al mar. Hay que visitar el muelle salitrero, ya en desuso y el mercado del pescado con una buena oferta de comidas. Cerca de allí, la plaza de Colón muy floreada y a al frente, una catedral moderna.
    Antofagasta, es según el FMI, la región más rica de Chile, más del doble de PIB que Santiago y donde un café te puede costar 4.000 pesos, o 5 Euros. Espectacular desarrollo de la minería, cobre, litio y salitre y un importante puerto, configuran la pujante economía de la región.
    Su conjunto resulta muy agradable para visitar. Las dos pernoctas las hice en un tremendo parking, entre el Jumbo y el Estadio Regional. Grandes focos, cámaras de vídeo y los vigilantes del estadio, hacen que uno se sienta muy tranquilo.
    Antes de abandonar el entorno de la ciudad, hay que llenar el depósito porque la próxima gasolinera está en Taltal, a solo 230 km. La pregunta sería ¿cómo puede ser, que durante un tramo tan largo, no haya más estaciones de servicio? La respuesta es porque es un puro desierto, con escasísimo tráfico.
    Camino del sur, a solo 75 km de Antofagasta, está esculpida la Mano del Desierto. Vale la pena una paradita en el medio de la nada. La escultura tiene una altura de 11 metros.
    Saludos
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    Editado por última vez por Diego Bali; 31/12/2018, 04:36:06. Razón: Inclusión de fotos

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    • Diego Bali
      Usuario
      • 18 dic, 2016
      • 140
      • Cordera 45. Torremolinos

      En Chile, usando las tarjetas de débito Master Card, no sé con otras, no se puede sacar dinero ni tampoco pagar en tiendas y con ese hándicap viajaba hasta que decidí probar diciéndole a la cajera del súper, que pusiera crédito en lugar de débito, y ¡funcionó!
      En los cajeros, para sacar dinero, hay que usar el mismo sistema. En el menú del cajero te preguntan si es una tarjeta extranjera y a continuación la opción débito/crédito y como ya sabía de la rareza, si se elige crédito, aunque sea débito, también funciona.
      Chile es un país angosto, a veces no más de 80 km de anchura, pero extremadamente largo, casi 5.000 km desde el norte hasta el sur, es decir algo más que desde Madrid al Cabo Norte en Noruega, por poner un ejemplo que nos sitúe mejor. Las distancias hay que medirlas bien, sobre todo en lo referente al combustible y agua, muy especialmente en el desértico norte.
      Seguimos en el desierto hasta la primera parada en Taltal con una playa muy extensa y con dos gasolineras donde hay que volver a llenar el depósito hasta llegar a Cerro Paranal, otro gigantesco observatorio con las mismas limitaciones de visitas que el ALMA porque hay que hacer cita con anticipación, aunque en este la demora no es tan acusada. La verdad es que yo no sabía de la existencia de este observatorio ESO, siglas en inglés para Observatorio Europeo Austral y que es una organización astronómica entre gobiernos europeos, entre los que se incluye a España.
      Aquí sí te dejan entrar en el observatorio, aunque no por las noches. Las visitas turísticas solo se pueden hacer los sábados a las 10:00 y a las 14:00
      De todas formas, quién la sigue, la consigue. Ya tengo cita para ver el observatorio de Cerro Mamalluca o el del Pangue, que sí admiten citas para ver los cielos por las noches, que es lo que andaba buscando. Eso está en Vicuña, Valle del Elqui, y ahora llamada la capital de las visitas turísticas astronómicas por las muchas facilidades que concentra.
      La ruta hacia Copiapó tiene un desvío que atraviesa el PN Pan de Azúcar, y el nombre viene debido a que hay una islita con ese nombre. No me pareció que hubiese mucho que ver en esta parte del parque. Se puede pernoctar en la caleta del mismo nombre y allí, junto a la playa, varios chiringos.
      Desde esta caleta hasta la salida del parque, muchos kilómetros paralelos al mar sin absolutamente nadie ni nada en el entorno. De verdad que esta parte del parque es un lugar para quedarse unos días, pero los planes son los planes y aún estaba muy lejos del Valle del Elqui, quizás unos 700 km y no quería jugar con la posibilidad de perder la cita ya concertada.
      Justo a la salida de este parque está la pequeña población de Chañaral donde se vuelve a ver gasolineras y en una de ellas, en la que llené el depósito de combustible, me dejaron poner agua, previo pago de 1.000 pesos una vez rebajados los 2.000 que pedían.
      Obtener agua en esta zona, puede ser un problema, por eso es importante, intercambiarlo con la llenada de combustibles. Hay que reconocer que es una complicación el llenar el tanque de agua debido a la aridez del desierto. El agua, normalmente, la tienen que comprar de los camiones cisternas que se dedican a ello y por tanto es difícil que la regalen.
      Este territorio, desgraciadamente, a pesar de ser un puro desierto, ha sufrido tanto en 2015 como en 2017, severas inundaciones con desbordes de arroyos y acequias que provocaron averías importantes en la red de aguas.
      Desde Caldera hasta Puerto Viejo es un espectáculo la sucesión de larguísimas playas arenosas, todas desiertas de visitantes excepto algunos campistas que se instalan allí para disfrutar del verano.
      Por fin pude ver en la zona del Valle del Elqui, la de los famosos cielos despejados y poquísima contaminación lumínica. Esta región se ha convertido en una zona, bastante turística, con muchos observatorios con telescopios para ver esos maravillosos cielos. Las dificultades en ALMA y ESO, aquí se convierten en facilidades porque en esencia, son observatorios con fines turísticos y las citas se hacen de un día para el otro y muy probablemente, sin cita previa también se pueda subir, sobre todo si se está fuera de la temporada alta.
      Yo opté por ir al de Mamalluco, que parte desde la Plaza de Armas de la bonita población de Vicuña. Tuve la suerte de disfrutar de las explicaciones de Rubén, magnífico guía y con muchos conocimientos de astronomía. La noche estaba perfecta para realizar la excursión que comienza a las 22:30 y acaba a las 02:00 de la madrugada. Se puede ir con la AC, siguiendo al microbús y también ir con ellos. La diferencia es muy poca porque por la entrada al observatorio cobran 7.000 pesos chilenos y caso de ir en su bus, 10.000. En la ciudad de Vicuña hay mucho aparcamiento y se puede aparcar casi en cualquier lugar con tal de que no haya un vado.
      A partir de La Serena, aunque no se pueda decir que sea un terreno de clima húmedo, la sensación desértica de todo el norte de Chile deja paso a cultivos de frutales y especialmente de vides.
      El amigo Antonio Alcántara y su esposa Carmen, habían tenido la gentileza de traerme desde España, unos filtros y unas pastillas de frenos y aunque nos habíamos citado para encontrarnos en la ciudad de Los Andes, ya que ellos se dirigían a Mendoza, Argentina. Sucedió una cosa muy curiosa y es que vieron una matrícula española en una gasolinera a más de 120 km de donde habíamos quedado en vernos y nos encontramos sin haberlo previsto antes, ni mucho menos. Aprovechamos para intercambiar sensaciones de la parte del viaje que ya habíamos hecho.
      Después de ese encuentro, fui descendiendo hasta Santiago para dejar unas horas la AC en la Fiat y que me hicieran revisión que ya tocaba, ¡por fin una Fiat! y almorzar con un buen amigo chileno, de la época en que yo residí en Chile. No se encontró nada en la revisión con el escáner y como no tenían tiempo, no pudieron cambiar las rocambolescas pastillas de freno que me pusieron en Perú. pero que afortunadamente las pude cambiar en un Bridgestone de más al sur.
      Más encuentros hispanos: Carmen y Salvador estaban en Chile desde hacía unos meses y quedamos en vernos. Esto se hizo en Llico, playa al suroeste de Concepción. Allí compartimos dos días y medio muy buenos y pudimos intercambiar bastantes datos de las rutas hechas. Ellos van para el norte y yo sigo para el sur.
      Había protestas muy generalizadas por parte de los pescadores artesanales que reclaman de manera muy contundente el que los barcos arrastreros no utilicen artes que a ellos les perjudican. Muchísimos neumáticos quemados y paros de larga duración en la Panamericana y en todas las localidades costeras, desde La Serena hasta Puerto Montt.
      A destacar que en Llico, hay dos balsas flotantes y cubiertas, donde por 10.000 pesos, es decir 13 € te dan todo el marisco local que puedas comer. Ostras, mejillones, choros zapatos, piures….crudos o cocidos. Están a solo 200 metros de la playa y obviamente, ellos tienen una Zodiac para llevarte y traerte
      No dan pescado, pero es muy fácil comprarlo a los pescadores que llegan con la pesca diaria. Por 1.000 pesos chilenos te dan lo que no te puedes comer.
      En la balsa, ellos lo cocinan. Tampoco venden alcohol, pero está permitido llevarse una botellita de un buen Sauvignon Blanc.
      Rumbo mas al sur, un detalle interesante: desde la región de Aconcagua hasta la de Biobío, casi 1.000 km es donde están las grandes bodegas, muchas de ellas colindantes con la Panamericana. A llegar a Linares, me decidí a comprar tres cajas de vino, que espero que alguna dure hasta llegar a España, con precios excelentes. La bodega en cuestión se llama Viña San Pedro, una de las bodegas de mayor tradición en Chile y con presencia en los cinco continentes. Surtido impresionante. Se puede comprar desde una sola botella en adelante. Se puede pagar con tarjeta.
      Partí desde Llico, pasé por Lebu, Lagos Lanalhue y Lleu Lleu hasta quedarme a dormir en la Caleta Quidico, junto al Faro de La Puntilla. He hecho más kilómetros de los habituales.
      Las carreteras en Chile son realmente muy buenas, aunque el país, muy caro. Me atrevería a asegurar que bastante más caro que España, excepto el combustible, vinos y pescados pero en general, la cesta de la compra, que es lo que se palpa antes, es significativamente más cara, incluyendo la fruta a pesar de ser un gran productor.
      Diesel (aquí también petróleo) entre 602 y 646 pesos, es decir como 0,78 €, en el mejor de los casos, lo cual, junto al pescado, mariscos y vinos, está muy bien. El problema de la distancia entre gasolineras, se solventó desde que se llega a La Serena
      Otra característica, muy negativa en este caso para Chile, es el ver la barbaridad de perros sin dueños que deambulan por las carreteras, por las playas o por los puertos de Chile. El tema ya ha alcanzado una magnitud tal que el gobierno ha tomado cartas en el asunto, aunque hace años que debía haberlo hecho, multando incluso con penas de cárcel para el maltrato de animales y también otras penas para aquellos que los abandonen. Pronto va a ser obligatorio el que lleven en el cuello un número identificativo y bozal para aquellos de más tamaño. Habrá que ver si la vigilancia del cumplimiento de esas normas se hace efectiva
      Saludos
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      Editado por última vez por Diego Bali; 26/01/2019, 04:49:44. Razón: Inclusión de fotos

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      • Diego Bali
        Usuario
        • 18 dic, 2016
        • 140
        • Cordera 45. Torremolinos

        Siguiendo el camino al sur, se cruza la región del Biobío con muchas plantaciones forestales y bastante agricultura. para entrar en la Araucanía que tiene un clima oceánico y lluvioso, donde lo que predomina son las araucarias de gran porte. También es fácil de ver robles y muchos pinos.
        Esta región está mayormente habitada por los mapuches que mantienen permanentemente un conflicto con el gobierno chileno por la pertenencia de sus tierras además de muchas otras reivindicaciones.
        Hay sensibles diferencias, dependiendo del organismo que haga el censo, pero se acepta como ajustado un número de 1.000.000 de mapuches residiendo en la zona chilena, y en Argentina deben de ser alrededor de otras 100.000 personas más. La Historia no ha sido muy amable con esta gente. Primero, invadidos por los incas, luego por los conquistadores y desde hace 150 años, por los chilenos.
        A ambos lados de la desembocadura del Rio Imperial, se encuentran la localidad de Nehuentue, donde no me autorizaron a cruzar a la ribera izquierda donde se encuentra Puerto Saavedra, ya que el máximo peso autorizado es de 4 t y como delante de mí había una pickup, tuve que cruzar el caudaloso rio Imperial por el puente. No es gran problema, pero hay que hacer 22 km extras.
        Puerto Saavedra tiene una extraordinaria y tranquila costanera donde se puede uno quedar a dormir, muy vigilado y con muchos cientos de luces. Se puede comprar marisco fresco o se puede optar por comer en uno de los muchos restaurantes.
        La construcción de este paseo marítimo es reciente debido al último terremoto del 2010 Hubo hace muy poco, en el 2010, otro terremoto y posterior tsunami, que en esta localidad, aunque pegó muy fuerte, no causó muertos porque las precauciones ya estaban tomada y las alarmas de tsunami fueron cumplidas por toda la población, aunque bastante gente opuso resistencia por miedo a los saqueos.
        Hablando de catástrofes hay que recordar el tremendo terremoto de 9.5 en la escala de Richter, en el año 1960, el más potente registrado con instrumentos en la historia de la Humanidad y que provocó un posterior tsunami que causó 50 muertos solo en esta pequeña población.
        Debido al pavor causado entre los mapuches, como ofrenda, sacrificaron a un pobre niño de 5 años para detener la furia del mar. Esto sucedió en 1960. La Machi, es decir una hechicera de la cultura mapuche que realizó el sacrificio con la connivencia de sus parientes, fueron absueltos en el juicio, debido a que “habían actuado bajo los influjos de una fuerza psíquica irresistible e impulsados por un miedo insuperable”.
        La totalidad de muertos causados en la zona por este desastre, conocido como el terremoto de Valdivia, fue superior a las 2.000 personas.
        Me he quedado 4 días pero como el viaje debe tener fecha de caducidad, también porque los antecedentes catastróficos ocurridos dan que pensar y además, porque como recordatorio siempre están los numerosos carteles indicando las rutas de escape caso de un eventual tsunami y finalmente, porque para colmo, ayer se produjo otro fuerte terremoto en la zona de Coquimbo donde ya estuve hace tres semanas y no está tan lejos de aquí. Por todo eso, he decidido continuar viaje hacia la cordillera, hacia la región de Los Lagos.
        La carretera continúa cerquita de la costa y con una temperatura excepcional que me hacen recordar la costa del Cantábrico en los meses de verano.
        Una característica propia y muy llamativa en los pueblecitos de la Araucanía es que son muy pulcros. Casi todas las casas de madera pintadas con llamativos colores y altos árboles como corresponde a una región de clima templado y húmedo.
        Había que seguir camino a Temuco y la ruta te lleva hasta Carahue, puerto fluvial sobre el rio Imperial que te sorprende a su llegada por un puente colgante y un museo llamado Museo de la Edad de Vapor, en plena avenida central con más de 40 tractoras que llaman locomóviles que fueron máquinas a vapor transportables y fueron usadas como fuerza motriz en la agricultura y sobre todo en faenas forestales.
        La llegada a Temuco, capital de la Araucanía, sorprende por la limpieza y más, sobre todo, porque desde los extrarradios de la ciudad, los edificios y casas están acabados y pintados. Es una ciudad de tamaño mediano, pero con muchas universidades, quizás por la influencia cultural que haya podido tener el que en esta ciudad fue donde creció y estudió el Nobel Pablo Neruda. Hay mucha inquietud cultural y constantemente hay actos conmemorativos. Muy activa en ese sentido.
        Es un buen sitio para hacer lavandería, compras e incluso encontrar dos intermitentes laterales ya que uno desprendió. Como no había el original, pues hubo que comprar dos. Esta calle especializada en recambios y accesorios para todo tipo de vehículos, se llama Manuel Montt
        Las carreteras en Chile son realmente muy buenas, aunque el país, muy caro. Me atrevería a asegurar que bastante más caro que España, excepto el combustible, pero la cesta de la compra, que es lo que se palpa antes, es significativamente más cara, incluyendo la excelente fruta.
        Diesel (aquí también petróleo) entre 602 y 646 pesos, es decir como 0,78 €, en el mejor de los casos, lo cual, junto al pescado, mariscos y vinos, está muy bien.
        Bonita carretera desde la salida de Temuco hacia el sur y posteriormente hay que tomar el desvío hacia la cordillera. Cunco es una interesante villa para proveerse e incluso contratar algún vial, camino de la cordillera. En Melipeuco se toma un ramal hacia el PN Conquillio. Toda la carretera está muy bien asfaltada hasta la entrada al Parque donde ya se convierte en pista.
        Lo más relevante en este Parque es el volcán Llaima de más de 3.000 metros y una acusada prominencia que lo hace muy visible, incluso desde Temuco que queda a más 70 km.
        Como la situación ya comienza a ser bastante sureña, ya estoy casi en latitud 40 sur, siempre presenta su cima blanca incluso, ahora en verano. Realmente hermoso, no solo el volcán sino todas las verdes tierras que lo rodean.
        Me quedo a dormir en Cunco y mañana continúo para Villarrica y Pucón
        Para aquello que intenten quedarse una buena temporada en Chile, decirles que el permiso de importación temporal de la AC te lo dan por 90 días así como el de estadía de la persona y se puede intentar que lo extiendan por otros 90 días pero en el caso de la AC es complejo porque hay que solicitarlo en una ciudad que tenga Aduana lo cual no es difícil, pero luego hay que justificar los razones por las que se pide la prórroga y de concederla, hay que dejarla aparcada en un lugar autorizado por Aduanas, o sea que en la práctica es mucho mejor salir a Argentina y regresar con otros 90 días. En caso de enfermedad o accidente, siempre conceden la extensión.
        Añadir que pernoctar en Chile es muy fácil y no ofrece nunca ninguna complicación. Te puedes quedar prácticamente en cualquier lugar. En cualquier calle ancha, y la mayoría lo son, puedes aparcar como si fueses un turismo. Yo diría que, junto a Bolivia, son los dos países que aparecen como más seguros, desde México hasta el sur, a pesar de que sea arriesgado decirlo porque eso ya sabemos que es siempre una lotería, pero la impresión es que aquí hay menos posibilidades de que te toque.
        Saludos
        Archivos Adjuntos
        Editado por última vez por Diego Bali; 30/01/2019, 01:43:13. Razón: inclusión de fotos

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        • M.Carme
          Usuario
          • 22 ene, 2004
          • 1037
          • GIRONA (Girona)

          Gracias

          Aun estando dos años por estas tierras, siempre aprendo de ti, gracias

          Comentario

          • Diego Bali
            Usuario
            • 18 dic, 2016
            • 140
            • Cordera 45. Torremolinos

            Hola Carme,
            Muchas gracias por tu piropo.
            Aún me acuerdo de las fabulosas ostras que nos zampamos en Llico
            Un fuerte abrazo para los dos

            Comentario

            • Diego Bali
              Usuario
              • 18 dic, 2016
              • 140
              • Cordera 45. Torremolinos

              Antes de ir a la zona de Villarrica decidí quedarme un día a repartir entre los lagos Collico y Caburgua. Este último está muy cerquita de Pucón, pero solo hay una pista y no en buenas condiciones, por lo que es mejor volver hasta Cunco y al día siguiente seguir para el gran lago. En Cunco hay una gran explanada junto al estadio recomendada para pernoctar por los carabineros
              En el lago Villarrica están las poblaciones de Villarrica y Pucón y sobre el lago, el volcán del mismo nombre y podríamos admitir que están un poco masificado, sobre todo Pucón durante los fines de semana del verano y en menor grado, también en Villarrica es así, pero eso no quita ni un ápice a la belleza de la región.
              Verdaderamente es uno de los puntos culminantes de este viaje. No es de extrañar que haya tanta gente porque la belleza de esos lagos es un fuerte imán y el clima perfecto durante los meses desde diciembre a marzo, aunque ya se sabe que cuando hay mucha gente, siempre surgen inconvenientes a la hora de comer, o cuando se trata de aparcar. Hay que aceptarlo así, o venir en otras épocas, con más frio y de paso esquiar ya que hay varias estaciones.
              El volcán, con una gran prominencia se ve desde muchos puntos de la zona. Es de una tremenda simetría y a pesar de ser verano, siempre presenta una cima blanca. No llega a los 3.000 metros, pero la latitud ya se deja sentir. Pude pernoctar sin problema a orillas del lago en Villarrica después de haber ido y vuelto a Pucón en el mismo día.
              Después de dejar Villarrica, se comienza la ruta del circuito de los Siete Lagos que en verdad no presenta grandes diferencias con los lagos ya citados pero que muy probablemente lo hayan enmarcado en un circuito aparte para contar con un nombre específico y atraer turismo que recorra la totalidad de esta región y de paso, quizás desahogar un poco a Villarrica.
              Este circuito yo lo comencé por la bonita población de Lican Ray, que a veces se ve escrito como Licanray para disfrutar del Lago Calafquen que tiene diseminadas algunas pequeñas islas y así hasta llegar a Coñaripe. Junto a esta localidad, está el pequeño lago Pellaifa.
              Desde allí la ruta llega hasta el lago Pullingue y se sigue posteriormente hasta el lago Panguipulli donde la principal atracción es Choshuenco. En los mapas no actualizados aun figuran como ruta de ripio, pero no es así y está asfaltada, aunque algunos tramos de no más de 500 metros cada uno, están sin pavimentar debido a las anteriores lluvias primaverales.
              Camino de Puerto Fuy, en un corto desvío nos encontramos con el Lago Neltume y finalmente se llega al Lago Pirihueico donde hay dos opciones. Una de ellas es dar un paseo en un catamarán privado que sale a las 11.00 siempre y cuando reúnan 10 pasajeros, o 75.000 pesos. En el día que yo estuve, no lo reunieron por lo tuve que optar por la otra opción y que resultó mucho mejor. Tomé la barcaza público, que va desde Puerto Fuy hasta Puerto Pirihueico, ida y vuelta. Este puertecito está situado a solo 10 km de Argentina por lo que puede ser una alternativa para quien prefiera no seguir más al sur. Queda muy cerca de San Martín de los Andes.
              La barcaza es moderna, equipa buenas butacas y posibilidad de hacer muchas fotos en el estrecho lago. El precio es muy económico, pasajeros 1.50 € por trayecto y la AC cuesta unos 22 €.
              Día siguiente dedicado a hacer una visita a la Reserva Biológica de Huilo Huilo donde lo más destacable es el salto del mismo nombre. A la otra parte de la carretera hay un cerrado para ciervos rojos y otro para jabalíes.
              Además del volcán Villarrica, los otros situados en la misma zona son el Quetrupillán, el Lanín en el límite con Argentina y el Mocho Choshuenco.
              Los nombres de lagos y localidades y volcanes, todos mapuches, se las traen, pero afortunadamente con lápiz y papel se pasa el trago.
              La zona está llena de termas producto de la intensa actividad geotérmica en esa área. Como tengo pensando en ir a visitar la de Antillanca, cerca de Osorno, desistí de más visitas.
              La última visita fue a la pequeña ciudad de Panguipulli, justo a orillas del lago grande del mismo nombre.
              Buen lugar para buscar provisiones, como también lo es el Unimarc de San José de Mariquina.
              Me quedé sin ver el último lago del circuito, el llamado Riñihue, porque quería llegar de día a la costa del Pacífico. Afortunadamente Chile es muy estrecho…
              El sitio elegido para quedarme en la costa, fue Mississippi, escrito de esa forma para distinguirlo del estado o del rio de los Estados Unidos. Este nombre se lo dieron unos voluntarios de ese estado que vinieron a ayudar en la catástrofe de 1960.
              Debido a una tragedia sucedida en la noche que llegué, cuando dos chicos locales murieron al caer su automóvil desde el puente al rio que da acceso a la caleta, decidí cambiarme a otra caleta típica de pescadores artesanales porque como es fácil suponer, no era el lugar adecuado quedarse debido al impacto causado en la pequeña población, que cuenta con tan solo 300 o 400 habitantes.
              Me aventuré a conocer otra caleta, solo a unos 10 km al norte y me gustó también mucho. Se llama Queule, con criaderos de ostras, tres por 1 €, e igual precio por el kilo de mejillones. Toda la pequeña población con mucho sabor marinero. Abundantísimo marisco y pescado. Gente encantadora. Verdaderamente una delicia.
              En estos días de visita a los lagos y a la costa, me ha acompañado un clima excepcional que ha hecho que resalten con todo su esplendor estos paisajes, que rayan a gran altura y desde luego, tienen nivel de los Parques Nacionales de USA y Canadá, y no exagero lo más mínimo.
              Me faltaba contaros que el seguro de responsabilidad civil para la AC se puede hacer para todo el Mercosur, que incluye Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay además de dos países, Chile y Bolivia, que, aun no perteneciendo a esa organización, están incluidos en la póliza de seguros. Es decir, se acabó el rellenar más formularios, al menos para los seguros.
              Es un precio muy conveniente ya que el seguro para los seis meses y los seis países sale por unos 150 €
              Hay más de un corredor de seguros que lo contrata, pero yo me decidí por el que habían elegido Carme y Antonio que fueron los que me pasaron el dato. Se llaman Speiser Seguros, están en Argentina y su correo es: gisela@speiserseguros.com.ar
              Saludos
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              Editado por última vez por Diego Bali; 03/02/2019, 02:48:07. Razón: Inclusión de fotos

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              • Diego Bali
                Usuario
                • 18 dic, 2016
                • 140
                • Cordera 45. Torremolinos

                Dejé la zona de Mehuín y Mississippi, hay que decir que, con un poco de desgana, pero la visita a Valdivia me compensaba. Esta ciudad, a juicio de bastante gente, la más bonita de Chile me recibió con un día magnífico y como era domingo pues menos gente de lo habitual.
                Ahora es la capital de la XIV Región de Los Ríos, justo en la desembocadura de los ríos Calle-Calle, Valdivia y Cruces, desde luego que agua no falta.
                Está llena de edificios con claras reminiscencias europeas, principalmente germanas. En el centro destaca el Mercado que tiene una arquitectura muy atractiva y donde se celebra una feria de productos artesanales todos los fines de semana. En Valdivia, hay muchas cerveceras y entre ellas, la más conocida y la más rica, la de Kunstmann. En los alrededores de la ciudad, a solo 20 km está Niebla, punto desde donde se puede tomar un ferry de los muchos que cruzan el estuario hasta Corral, donde hay varias baterías y fortificaciones españolas que formaban parte del entramado defensivo de Valdivia.
                La gente que faltaba en Valdivia, sobraba en Niebla y Corral. No había un solo lugar para aparcar un vehículo ni a 2 km del centro o sea que, para una AC misión casi imposible incluso a pesar de los varios parkings de las dos villas. Hay muchos, pero todos pequeños.
                En estos días andaba desatada una ola de calor tremenda para estos parajes. En Valdivia, se llegó hasta los 35 grados cuando lo habitual es que no sobrepasen los 22, y menos mal que solo fueron dos días.
                Una rápida visita a la ciudad de Osorno y además rellenar gas propano con gente muy amable, pero obstinaditos porque insistían en la suerte que tuve al encontrarles, ya que ellos eran los únicos en Chile capaces de rellenar las botellas de propano extranjeras. Ahí quedó eso.
                Desde Osorno nuevo desvío hacia el este, camino hacia los lagos de esta región.
                Es oportuno decir que toda esta zona, antes estaba encuadrada en la región X o la de Los Lagos y ahora forma parte de la XIV, o la de Los Ríos. Es complicado entender porque los lagos y ríos son los mismos que estaban desde hace miles de años, pero las reivindicaciones valdivianas de convertirse en Región continuaban después de varios años y finalmente vieron cumplidos su sueño en 2007 aunque para ello tuvo que ser modificada la Constitución, que no permitía cambios en la ordenación territorial.
                Estas dos regiones son de una belleza superior. La combinación de volcanes y lagos es sencillamente espectacular.
                Comencé la visita por el Lago Ranco, uno de los mayores de Chile y el Rio Bueno. Se me hace difícil describir las aguas azules de este río que nace como desaguadero del lago para desembocar en el Pacífico. Como solución práctica, adjunto una foto que hace justicia.
                El siguiente de la lista es el Lago Puyehue y en la villa de Entre Lagos, hay una bifurcación para dirigirse a las termas que tienen el mismo nombre que el lago y de seguir hacia el este, a la cercana frontera con Argentina. Tomando la que va al sur, se llega al lago Rupanco, con vistas excepcionales sobre al volcán Osorno.
                Más al sur, el Lago Llanquihue, gran lago de 800 km² ofrece el tener prácticamente encima el volcán Osorno, siempre con el glaciar en su cima y el lago, que más bien parece un mar. La tarde en la que yo llegué, con un fuerte viento, parecía más un enfurecido mar que no un lago. Encontré un lugar de pernocta extraordinaria proporcionada por iOverlander que me permitió ver una de las puestas de sol más bonitas de todo el viaje.
                El problema de la continua repetición de parajes bellos, como ocurre esta Región de Los Lagos es que cuando se atraviesa una zona menos afortunada, la tendencia es a prestarle poca atención porque el listón está muy alto.
                Aquí hay prados verdísimos incluso en verano, tremenda colección de altos árboles de considerable altura y frondosidad, lagos azules como un buen mar, ríos de aguas cristalinas, volcanes nevados o pelados…
                Es una clara apuesta a considerarla como una de las mejores zonas recorridas. Verdaderamente la chilena, es una loca geografía, con cientos, miles de contrastes.
                Hoy he seguido bordeando la ruta hasta Ensenada. Buenos restaurantes con comidas hasta donde puedas comer, y donde la especialidad es el cordero patagónico al palo.
                En el camino hay varios miradores, no siempre ubicados en el mejor sitio, pero claro, tampoco es cuestión de expropiar terrenos para agradar al viajero. Hay que parar y andar un poco para tenerlo todo.
                A solo 15 Km está Petrohue, cabecera del lago de Todos los Santos donde están las opciones habituales la de un catamarán de media hora de navegación y la de viajar a Pailla, que es más para el transporte de locales. Si a esta opción se le añaden navegar con otros dos pequeños catamaranes, en los dos laguitos continuos, ya estaríamos en Argentina.
                Ninguna de las dos tomé porque me pareció un escenario masificado o sea que vuelta al borde del lago grande para buscar algún sitio para dormir. Lo encontré en una escuela abandonada por falta de chavales, Se repite la historia. Esta escuelita aún no está destruida, pero ya es evidente que comienza el pillaje de puertas y ventanas.
                Puerto Varas es un estupendo lugar a orillas del lago Llanquihue. Bonita plaza y una ciudad que a simple vista se ve con buenos recursos. Enclave privilegiado a borde del lago y como ya es una norma, circunvalando el lago, vistas impresionantes sobre el volcán Osorno.
                Puerto Varas y Puerto Montt ya están muy cerquitas como consecuencia del incremento demográfico, sobre todo de la segunda que ya cuenta con 300.000 habitantes. Imperdible el acercarse a la caleta Angelmó, llena de colorido, muy marinera y con una oferta gastronómica irrepetible. Mi debilidad entre los mariscos son las ostras y las de aquí son insuperables y a precios fuera de cualquier otra comparación. En el mercado venden unas bandejas con 24 ostras, aunque la mía tenía 30, por unos módicos 5.000 pesos o 7 €.
                Salmón, merluza, congrio, centollos, almejas, machas, picorocos, piures, choros, pulpo, la oferta es francamente interminable.
                Puerto Montt es la capital de la Región de los Lagos, con un buen aeropuerto y muchas conexiones con el gran sur. Tiene varios malls en caso de necesitar algo que habitualmente no se encuentra en pequeñas poblaciones y es el sitio adecuado para tomar la determinación, caso de que hubiese dudas, sobre la opción a elegir para viajar hacia la parte más australes de este continente.
                No es una decisión fácil porque el estado de la carretera austral no facilita la decisión. Ya he hecho muchos kilómetros por pistas, de diferente estado y la verdad es que no me apetece mucho la idea de darle un mal trato a la a la AC.
                La carretera austral tiene más de 1.100 km comenzando en Puerto Montt, y llega hasta Villa O Higgins. Asfaltada durante los primeros casi 200 km y luego otros 100 en la zona de Coyhaique y el resto es de pista, a veces aceptable y otras no tanto. Además, al llegar a Villa O’Higgins no se puede seguir más al sur, por lo que hay que retroceder 400 km hasta Chile Chico, con todo el tramo de pista. Es decir que el total de ese majestuoso recorrido por pista es de casi 1.300 km e ir hacia el sur 900 km a través de Argentina para volver a entrar en Chile por el paso de Dorotea para visitar las Torres del Paine, con nuevos registros aduaneros además de las inevitables formalidades fronterizas.
                Otra solución intermedia es bajar por Argentina, todo asfaltado, hasta Chile Chico y desde allí por pista 300 Km hasta Puerto Yungay donde se puede tomar una barcaza que te lleva hasta Puerto Natales con una duración de 40 horas.
                Esta decisión es la que habría tomado porque 300 km de pista lo veía asumible y no los 1.300 de la carretera austral de bajada y subida que antes decía, pero no fue posible porque estaba todo ocupado y como solo hay un barco a la semana busqué otra alternativa.
                Finalmente, y como ya conocía una buena parte de la carretera austral, opté por la opción de tomar un transbordador que zarpa de Puerto Montt y te deja en Puerto Natales después tres días y medio o cuatro días de navegación, en función de la fuerza con que sople el viento en Natales. Con más de 12 nudos no se puede atracar y como esa localidad ya está más bajo del paralelo 51° Sur, no es descartable un retraso, porque días de calma hay pocos.
                Lo hace la compañía Navimag y en su página web se ven los precios que son desorbitados. No son más baratos, si no más caros, que los ferris en Alaska.
                Hay que ponerse en contacto con ellos, de forma personal y negociar el precio. A mi me dieron la clasificación de vehículo de transporte sin carga, y el pasaje mío, como conductor de ese camión. Esto te da derecho a una plaza en una cabina para 4, en la que suelen poner solo dos personas y que trataré de que me dejen como único pasajero. A ver qué suerte hay por esos maravillosos fiordos. Las comidas están incluidas con un menú fijo que se ofrece en un comedor. También hay una cafetería. Solo hay un barco semanal, que de momento sale todos los viernes.
                El precio, después de tratarlo de forma personalizada, ha sido de 900 € incluyendo mi pasaje y el de la AC.
                En el barco de Puerto Yungay a Puerto Natales, una barcaza más pequeña donde la AC queda al aire libre, se puede pernoctar dentro del vehículo. Esta opción, muy barata, como unos 250 € incluye conductor y vehículo.
                En el próximo relato contaré cómo ha ido esta travesía de la que espero mucho.
                No quiero terminar este sin decir que muchas gasolineras en Chile disponen de duchas con agua caliente, a un precio módico, además de aseos, con lo cual se puede economizar bastante agua aunque eso no sea un problema en este país.
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                Editado por última vez por Diego Bali; 14/02/2019, 04:00:32.

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                • Diego Bali
                  Usuario
                  • 18 dic, 2016
                  • 140
                  • Cordera 45. Torremolinos

                  Saludos para empezar, que no los di cuando acabé el anterior. Mando relato y fotos solo de la travesía para dejarlos bien diferenciados de los anteriores.
                  Ya estoy en Puerto Natales, uno de los puntos clave de este viaje.
                  Hemingway escribió, que nunca había pasado un invierno tan frío como aquel verano que pasó en San Francisco. Doy fe de ello, pero digo que no sé lo que hubiera escrito de haber pasado un verano en Puerto Natales, porque aquí en verano hace frío, viento frío y fría lluvia como para aburrir.
                  La salida de Puerto Montt, tal y como estaba prevista, fue el viernes a las 16:00, aunque había que estar en el embarcadero de la Navimag a las 14:00. El embarcadero está situado a unos 4 km de la caleta Angelmó, Puerto Mont, o sea que da tiempo para ir, ya que otra cosa sería imperdonable, a la caleta y visitar de su artístico, limpio y bien acondicionado mercado y, si es posible, comer en cualquiera de los muchos y buenos restaurantes.
                  Una vez puesto la AC en la bodega inferior del buque, la aseguran atando las 4 ruedas a unos anclajes que salen del piso. Solo como precaución para el caso de que el golfo de Penas esté con marejada importante…y lo estuvo.
                  El buque Evangelista, construido en Japón y con motores alemanes no es precisamente un barco moderno. Tiene 40 años de antigüedad y éstos, se notan sobre todo en las duchas y aseos y, también en las cubiertas, debido a la oxidación de algunos componentes.
                  Fuera de la temporada del verano austral, estos transbordadores también funcionan, pero no en régimen con turistas, sino como carga. De hacerlo en otra época, y caso de llevar una autocaravana, hay que consignarla como transporte y al chófer, como conductor.
                  Pude conseguir viajar solo en una cabina para dos…pero sin baño dentro de la cabina. No es cosa grave, porque muy cerca había varias duchas y aseos, pero no hay duda de que hubiera sido más agradable el no tener que salir de la cabina.
                  La carga en el barco era prácticamente solo de camiones y remolques, cuatro o cinco vehículos privados y mi AC como única representante de casas rodantes.
                  Entre los pasajeros, gran mayoría de franceses, bastantes alemanes y argentinos, algunos holandeses, suizos y norteamericanos y este solo español. No me cabe en la cabeza esa tremenda desproporción, teniendo en cuenta la raigambre que deberíamos tener en este subcontinente, pero no es la primera vez que lo noto y anoto. Se ve que la gente tira mucho más del ¨todo incluido¨ de cualquiera de las islas caribeñas.
                  En el día y hora de la salida, teníamos un tiempo perfecto, con pocas nubes y buena temperatura. Por babor, el seno de Reloncaví y una cadena de volcanes que se siguen alternando a cada hora de la travesía.
                  Siempre por babor, el Parque Nacional Corcovado y el de Magdalena y así será hasta llegar a la salida al Pacífico, por el Golfo de Penas. A pesar de la fama que acumula, reflejada en muchos escritos y siendo conocido por sus imprevistos y violentos temporales, en esta ocasión, el Golfo de Penas no se comportó de esa forma, aunque sí hubo mar arbolada y eso hizo que se tuviese que retrasar la hora del almuerzo. A pesar de las continuas advertencias de que no se dejasen inatendidas las bandejas sobre las mesas, fueron muchas las que cayeron.
                  Los puntos más impactantes de la travesía, diría que son el Paso Inglés, cruzado con mucha lluvia y el Paso White, este último con solo 70 metros de ancho que hace que sea considerado el lugar más sobresaliente de todo el trayecto y aquí llegamos el último día de la travesía, con nubes y claros, pero sin lluvia.
                  La travesía ha sido de 3 días y 4 horas, es decir 76 horas. No hay tiempo para aburrirse, porque además de los paisajes que continuamente se van observando en la ruta, hay películas por las noches, además de varias actividades culturales y… hasta un bingo, y si de forma particular se añade lectura, pues no se hace largo.
                  Las comidas, incluidas en el precio, son en régimen de bufé. Bastante abundante y calidad razonable teniendo en cuenta que hay que dar de comer a 150 pasajeros en solo una hora.
                  Durante las 24 horas, en el comedor central hay un servicio de café, diversos tés y también hierbas. No falta el mate, tan típico de la Patagonia.
                  El buque hace una pequeña escala de media hora frente a Puerto Edén, donde solo hay unas 20 o 30 casas. Los pasajeros que suben o bajan, concretamente subió una familia, lo hacen con una lancha porque el barco se queda a unos 100 metros de la aldea. La parada corresponde a un acuerdo entre Navimag y el Gobierno, lógicamente subvencionada y para atender las necesidades de la aldea.
                  Como resumen decir que el personal de la nave Evangelistas es realmente ejemplar, abnegado y con simpatía natural. Matrícula de honor para Cristián que da clases de yoga, de tai chí, informa sobre la fauna y flora de la región de Magallanes. También cabe destacar a Rodrigo y Jorge. Todos ellos, además de español hablan bien inglés y francés.
                  No estuve muy afortunado a la hora de sacar a la AC del barco porque después de la llegada de la nave a Puerto Natales, ya que delante de la Ac, un camión se quedó sin batería y el personal encargado de desembarcar a toda la carga, decidió de dejar esa hilera para el final. Finalmente pude salir a las 23:30, cuando habíamos llegado a las 21:00. Se pasa por una sencilla formalidad de aduanas donde no miraron absolutamente nada. No sé la razón del porqué hay una aduana dentro de un mismo país, pero así es. Debe de ser alguna cuestión de control fitosanitario aunque allí, quizás debido a la hora, no había nadie para revisar.
                  En Puerto Natales, ahora es verano aunque para no andarnos con rodeos, no hace fresquito sino frio y como el viento es una constante, el frio parece que se duplica y si además les añadimos la fina lluvia, el resultado es demoledor.
                  En dos o tres días comenzaré el recorrido por el PN Torres del Paine y espero y deseo que el tiempo mejore.
                  Saludos
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                  Editado por última vez por Diego Bali; 22/02/2019, 04:10:35. Razón: Inclusión de fotos

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                  • Diego Bali
                    Usuario
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                    • Cordera 45. Torremolinos

                    El Parque Nacional de las Torres del Paine es sencillamente espectacular. Tal cantidad de ríos, lagos de color turquesa jamás los había visto en una superficie relativamente pequeña y esa antes de poder ver las torres y el gran Paine porque estaba muy nublado el primer día.
                    El parque tiene una superficie de 242.000 Ha o 2.420 km²
                    Recuerdo la multitud de gente agolpada en el Lake Louise, PN Banff y aun así, la muy buena impresión que me produjo, más allá de la aglomeración chino-india, lo comparo con la calidad de lo visto aquí y, no hay color.
                    Son lagos de varios kilómetros, de color turquesa, como los de Toro, Pehoé, Nordernsköld y Frey, varias lagunas y el gran lago Sarmiento que es azul. Además de las muchas lagunas, añadir cascadas, saltos de agua y muchos rápidos.
                    El río más importante es el Paine que tiene un rápido majestuoso llamado Salto Grande, junto a la Portería de Lago Amargo. También el caudaloso rio Serrano y su glaciar.
                    Hay varios glaciares, el mayor es el Glaciar Grey y el lago de su mismo nombre que con 15 km de largo y 3 de ancho alimenta al lago. Hay servicio de catamarán, 4 veces al día para acercarte al mismo pie del glaciar, aunque no es barato. El costo es de 80.000 pesos chilenos o 120 USD y la duración es de 3 horas.
                    Diversas montañas donde la más alta es el Gran Paine con algo más de 3.000 metros y las inigualables y cercanas torres con 2.600 metros. Las Torres te dejarán sin respiración y es sin duda el epicentro del parque.
                    La ruta que escogí fue la que sale de Puerto Natales hacia el norte, para llegar a Cerro Castillo y luego tomar un desvío a la izquierda hacia la Laguna Amarga. Ahí está una de las entradas al Parque y donde facilitan toda la información necesaria. Desde allí, seguí hacia el oeste camino del lago Nordernskjöld, luego el Pehoé, el Grey y finalmente el camino hacia la salida sur bordeando el lago Toro.
                    En total son 300 km, la mitad de ellos de pista, pero que a juzgar por la belleza de la zona, es un mal menor.
                    El tiempo ha sido bastante frio, a pesar de ser verano y me hace pensar cómo será la situación en los meses de invierno. Es de suponer que hasta los pingüinos llevarán gorros y bufandas.
                    De vuelta hacia Puerto Natales, ya fuera del Parque, la Cueva de Milodón en la que vale la pena detenerse. El precio para los extranjeros es de 5.000 pesos chilenos o 7 USD. Es una tremenda gruta causada por la erosión de las olas de un lago de origen glaciar en la estructura arenisca de la montaña. El lago ya se ha retirado unos 3 km. El nombre de la Gruta, que es Monumento Nacional, proviene de un animal al que se ha dado en llamar Milodón y que ya está extinto.
                    Se puede pernoctar en el parque en varios sitios. Los recomendados son la entrada al parque por la Laguna Amarga, en el parking de la Cafetería Pudeto, en la estación de los Rangers por la entrada del Lago Sarmiento, otra a la llegada al Lago Grey y por último, en el Visitor Center cercano a Villa Serrano. De querer arriesgarse, hay muchos desvíos, pero asumiendo de que no está permitida la pernocta. En los sitios permitidos, hay tranquilidad y seguridad absoluta, además de aseos, o sea que no debería haber dudas en la elección.
                    En contraposición a los lugares de pernocta autorizado en este parque mundialmente reconocido, aprovecho para decir que en una pernocta que hice hace 4 años en la laguna de Sanabria, Zamora, me levantó la Guardia Civil a las 7 de la mañana para comunicarme que no estaba permitido pernoctar en el parque.
                    A pesar de decirles que no sabía de la prohibición de dormir dentro del parque, y era verdad, mandaron la notificación a la Junta de Catilla-León donde me notificaron que la infracción suponía una multa de entre 500 y 5.000 €.
                    Después del pliego de descargo, lo rebajaron a los 500 €, que no es cualquier cosa. A la Guardia Civil les invité a que examinaran si había un solo papel en el suelo…pero al parecer no sirvió de mucho. Pagada está la multa. Siempre me he preguntado, si no hubiera hecho el pliego de descargo, que es lo habitual, cuánto me hubiera supuesto la infracción ¿Los 5.000 €? Aunque hubiera sido la mitad, ¿no es esto una brutalidad por un aparcamiento indebido?
                    Para terminar, en este parque hay muchas actividades de trekking, cabalgadas y rafting. Los precios no son baratos, entre 30 y 40 €, pero no todos los días se encuentra uno en un parque de la belleza natural de las Torres del Paine. Superrecomendable este Parque Nacional. De tener carreteras en vez de pistas, mi diez, sin dudarlo.
                    Ya de vuelta a Puerto Natales, hacer alguna recomendación para la visita de algunos de los muchísimos restaurantes de calidad que hay en la ciudad. Es sorprendente que en un sitio tan pequeña haya tanta diversidad de elección. Yo creo que el nivel de bolsillo de la gente que visitan las torres del Paine hace posible tan amplia oferta.
                    Destaco, de entre los que yo conocí, el Hotel-Restaurante The Singular Patagonia, instalado dentro de un antiguo frigorífico de la edad de oro de la carne ovina en Patagonia, en la caleta Puerto Bories, hoy reconvertido en hotel y restaurante con una decoración verdaderamente alucinante.
                    Era una nave con altura suficiente para que le hayan hecho dos plantas, la superior de madera y donde para bajar desde la recepción al restaurante y al hotel, se hace a través de un funicular de 50 metros que ya te va avisando de lo que te espera por ver. Genuino diseño y un sobresaliente para los creadores de la idea y de aquellos que creyeron en el proyecto. Los precios del restaurante son más que asumibles, digamos que son precios de un buen restaurante de España, pero no de los de la exclusividad de este Singular, si es que hubiese alguno comparable.
                    Finalmente, me habían hablado muy bien de un restaurante hecho dentro de cinco contenedores de 20 pies y me fui a conocerlo y de paso, cenar. Sorprendente la idea, muy bien aprovechado todo hasta el último centímetro y la clientela, como muy contenta de compartir esa excentricidad. La comida bien, aunque la idea, mucho mejor.
                    Al día siguiente ya di por acabada mi estancia en Natales y emprendí la ruta hacia Punta Arenas, Zona Franca, ya en la región de Magallanes. Carretera muy buena sobre todo para el escaso tráfico existente, toda hecha de hormigón durante los 250 km. A la entrada a Punta Arenas se desdobla, aunque el tráfico sigue siendo muy escaso.
                    Poco antes de la pequeña población de Chabunco se llega al estrecho de Magallanes. Otro punto especialmente importante de este viaje.
                    Me quedé sorprendido por la anchura del estrecho. Hay 35 km en el punto en que la Ruta 9 llega al estrecho pero sobre todo por los impresionantes 560 kilómetros de longitud. Con las naves que disponía Magallanes y con esa tremenda distancia, da miedo pensar los sinsabores que hubieron de pasar porque no tenían cartas sino solo un presentimiento de que habría un paso, o sea que fueron entrando en todas golfos y bahías desde mucho más al norte hasta dar con la que realmente comunicaba el Atlántico con el Pacífico, para ir hacia las Molucas en busca de las especias y que …tampoco sabían dónde estaban ubicadas.
                    Por supuesto que hay sitios más angostos, sobre todo en el sector occidental que va entre fiordos, aunque también más anchos al inicio del estrecho en dirección este-oeste.
                    Saludos y a ver qué depara esta pequeña ciudad que tiene una zona franca. Una batería de 100 ah me vendría bien…
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                    Editado por última vez por Diego Bali; 02/03/2019, 02:25:35.

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                    • Diego Bali
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                      • Cordera 45. Torremolinos

                      Hay que recordar y dar muy buena calificación a las carreteras chilenas. La que sale desde Natales hasta Punta Arenas está perfecta. Buen trazado, buena señalización y excelente conservación del piso que es de hormigón. Se llama Ruta del Fin del Mundo, eminentemente turístico este nombre, aunque seamos muy pocos, poquísimos, los que nos adentramos en ella. Mucho mejor así.
                      Me sorprende en Chile, desde Santiago hacia el sur, sobre todo, de que se tiene muy cuenta el no dar en las compras bolsas de plástico. O sea que, o bien te acuerdas de llevar una tuya, o tienes que pagar una biodegradable, y claro, cuando te has olvidado siete u ocho veces, acabas por acordarte. Muy bien por la iniciativa.
                      Me hice con la batería de 100 Ah a un precio normal y no noté ninguna gran rebaja: 96.600 pesos, o sea 130 €. En general no hay grandes precios, pero sí hay un buen surtido para coches
                      Las temperaturas han bajado un poco en Punta Arenas, con respecto a Natales, como consecuencia básicamente de la latitud, ya que las dos están a nivel del mar.
                      La ciudad ofrece algunas cosas para visitar, y quizás la atracción turística más conocida, a 60 km hacia el sur, es el Fuerte Bulnes. Se hizo a mitad del siglo XIX para tener presencia en esta deshabitada parte y vigilar, pero pronto se dieron cuenta de que ese sitio no era adecuado ni para los guanacos. Viento, frio y lluvia constante hicieron de que se estableciera otro enclave, que resultó ser Punta Arenas que por su situación es algo más adecuada, aunque para mí, es como Tarifa a lo grande.
                      El viaje al Fuerte Bules es una gozada. Todo el trayecto sigue paralelo a la costa del estrecho de Magallanes y desde el fuerte se divisan las dos costas del estrecho. El fuerte en sí, de madera, tiene unos barracones y una pequeña capilla. Para disparar y rezar, suficiente.
                      Poco antes de llegar hay un enclave, llamado Puerto del Hambre, aunque inicialmente se llamó Ciudad del Rey Felipe, allí en la expedición de Sarmiento perecieron casi 350 españoles por inanición. Dos sobrevivieron y uno de ellos, contó la tragedia al Gobernador de Chile. El otro fue recogido por un barco corsario inglés.
                      Estaba prohibida la entrada a Puerto del Hambre debido a protestas por cuestiones territoriales de los indígenas, pero quería conocer el sitio y me las arreglé para llegar. Hay que andar unos 800 metros y hubo que apretarse bien la capucha del anorak.
                      La otra atracción sobresaliente de Punta Arenas, más allá de la clásica Plaza de Armas y también del Museo Regional Magallanes, es subirse a un barco para navegar durante 60/80 minutos a la pingüinera de la Isla Magdalena. Cobran 55.000 pesos, o 72 €. En estos momentos es la mejor opción porque se puede ir a la pingüinera Otway pero por alguna extraña razón, hablan de perros y de lobos, los pingüinos magallánico han emigrado.
                      En el primer intento el barco se tuvo que volver cuando estaba a mitad del viaje debido al fuerte oleaje y paradójicamente en el mejor día vivido en la zona, con un sol radiante, pero el inevitable viento, quiso poner su acento. Ofrecieron devolver el importe pagado o reservar para otro momento. Yo repetí y hubo suerte y se llegó bien. Los pingüinos, ya estaban empezando el éxodo, sobre todo las crías que se habían marchado todas y quedaban los adultos y algunos adolescentes. Sorprende que las crías se marchen solas, con tres o cuatro meses, a lugares desconocidos y teniendo que buscarse el alimento y huir de los depredadores. Los adultos se quedan dos meses más para completar el cambio de pelaje. El viaje cuesta 55.000 pesos chilenos.
                      En Punta Arenas pude rellenar una botella de propano, en el más estricto secreto porque lo han prohibido, y eso sí, hubo que pagarla a un precio casi doble del habitual. Viene a colación el recordar dos de los santos beatificados en este viaje: uno San Walmart, en materia de pernoctas en los dos colosos del norte y el otro, San iOverlander, éste entre otros favores, por informar de dónde rellenar propano, desde Guatemala hasta el sur.
                      Hacía días que había intentado comer un buen asado de cordero patagónico y lo encontré en Punta Arenas. Realmente sabrosísimo. No pongo el nombre del restaurante, porque al parecer no lo autorizan en el foro, pero claro, me lo guardo por si alguien visita la ciudad y lo quiere conocer.
                      Para acabar de hablar de Punta Arenas, decir que tiene una magnifica costanera con bastantes monumentos costeros, además del inevitable viento, pero hay y que reconocer que ya está en 53° Latitud Sur es decir una latitud que los marinos llaman los aulladores cincuentas.
                      A la mañana siguiente, camino de la Isla de Tierra del Fuego, en dirección a Argentina. La carretera es muy buena, aunque la ruta es totalmente inhóspita. Hay 165 kilómetros y por no haber, no hay ni una sola gasolinera, ni restaurante ni gendarmería, nada de nada. Muy poco tráfico como corresponde a esa soledad. Toda la ruta va pegadita al Estrecho de Magallanes y así hasta llegar a Punta Delgada y tomar el ferry a Bahía Azul (solo el nombre) y ya estamos en la isla con tan romántico nombre después de una corta travesía por la Angostura 1. Es factible quedarse a pernoctar junto al embarcadero de Punta Delgada
                      Apabullante soledad en toda la ruta por la isla. Yo creo que debe haber más guanacos que habitantes. La isla, que pertenece a Chile y Argentina, por la parte chilena tiene 25.000 km² es decir como tres provincias españolas de tamaño medio, y algo menos de 7.000 habitantes o sea que es una densidad increíblemente baja.
                      El origen del nombre fue dado por los marinos europeos que, viendo desde la costa las fogatas hechas por los nativos para combatir el frío, así la bautizaron.
                      En el recorrido por la parte chilena solo se pasa por una pequeña población llamada Cerro Sombrero y así se llega, después de otros 160 km hasta la frontera con Argentina por el Paso de San Sebastián donde vuelvo a pernoctar para pasar la frontera por la mañana.
                      Esta ruta, hay que repetirla desde Ushuaia a Punta Delgada, Chile, durante 500 kilómetros, para continuar hasta Rio Gallegos y allí decidir si subo pegado a la cordillera por la parte argentina, o por el Atlántico.
                      Hoy, justamente hoy 1 de marzo se han cumplido dos años desde el inicio de mi viaje y ya no estoy lejos de la punta más austral de esta ruta que aunque no acabe allí, sí que es el punto más al sur y quizás el culminante.
                      Antes de salir de Chile donde he estado casi tres meses, decir que la operadora de telefonía móvil con mayor cobertura es Entel y además con tarifas asequibles.
                      Saludos
                      Archivos Adjuntos
                      Editado por última vez por Diego Bali; 05/03/2019, 03:18:54.

                      Comentario

                      • Diego Bali
                        Usuario
                        • 18 dic, 2016
                        • 140
                        • Cordera 45. Torremolinos

                        Una vez pasada la frontera desde Chile a Argentina por el paso de San Sebastián, el gran susto porque la extraordinaria carretera chilena se convierte en una pista de ripios, llena de baches y con el agua que había caído, bastante impracticable.
                        Afortunadamente después de 16 km, al llegar al puesto de control fronterizo del lado argentino, vuelve una carretera en condiciones, aunque ya no de hormigón sino de asfalto.
                        Me dieron un visado para estar en el país por solo 90 días, aunque fue un error mío el no pedir los 180 días que al parecer los dan fácilmente. Como para la AC, ya me habían sellado la importación temporal por 90 días, no cabía pedir 180 días para mi estadía y como para ir a la Argentina continental, necesariamente hay que volver a entrar en Chile para hacer la nueva entrada a Argentina, camino del norte, será en esta segunda ocasión donde trataré de conseguir los 180 días que necesito para gestionar algunos asuntos.
                        Desde la frontera hasta Ushuaia solo hay dos poblaciones de cierta importancia además de tres lagos bonitos. La primera población es Rio Grande, donde todo estaba cerrado por ser el puente del Carnaval y la siguiente, Tolhuin a orillas del lago Fagnano y con un restaurante donde vuelven a vender asados de cordero patagónico. Tanto el Lago Fagnano como el Escondido como la laguna Esmeralda, son realmente bonitos. El primero es muy grande y llega hasta Tolhuin que además es un muy buen sitio para dormir a orillas del lago. En la afamada panadería del pueblo, hay que comprar panes y dulces y en el cercano restaurante Posada, los asados.
                        Ya solo quedaban 100 km hasta Ushuaia por una carretera muy pintoresca y cruzando el mirador de Garibaldi, desde donde se ve con rotundidad el Lago Fagnano y a pocos kilómetros más al sur, ya se divisan los rótulos de las dos torres de la entrada a la ciudad más austral del mundo, la ciudad del fin del mundo: Ushuaia.
                        La ruta se vuelve a conectar con las montañas de los Andes patagónicos después de que hubiesen desaparecido desde la latitud de Punta Arenas. Emergen con poderío y con escarpados picos, siempre con nieves eternas, que hacen olvidar la monotonía de gran parte de la isla de la Tierra de Fuego. El canal del Beagle certifica la excepcionalidad del paisaje que rodea a esta Ushuaia.
                        La cercanía a la ciudad como final del camino hasta el sur, me hace recordar los innumerables lugares visitados en 18 países, donde he podido tener impresiones únicas e increíbles, unidas a experiencias imborrables y que probablemente no puedan volver a repetirse, entre otras cosas porque sigo teniendo ganas de conocer otras rutas y países y desafortunadamente, no queda tiempo para todo.
                        Han sido dos años de sensaciones nuevas a diario, más de 62.000 km recorridos en las Américas, autopistas, carreteras, pistas, caminos y trochas, transbordadores y barcazas, desde el más lejano norte de Alaska hasta este sur fueguino, antes tan lejano y ahora ya presente.
                        Para lo más jóvenes y también para aquellos indecisos, decirles que es una ilusión encomiable el tratar de lanzarte en algún momento de tu vida a realizar una aventura, por tanto tiempo, de apartarte de los usos y obligaciones habituales que hasta ese momento siempre nos han perseguido más allá del mes de vacaciones, la Semana Santa y algunos fines de semana, y por fin, de comprender que salirse del camino tan trillado de la vida conocida, casi siempre tan rutinaria, inhóspita y vulgar, bien vale la pena.
                        Las alas solo significan libertad cuando están abiertas en pleno vuelo, plegadas en la espalda, son una carga.
                        No sentir miedo de que no se pueda hacer por no tener una cartera repleta de billetes, porque es falso. La olla que tiene que estar llena es la de la ilusión, la del valor, la del atrevimiento. Salirse del cuadro de siempre porque hay muchos otros inexplorados que están esperando tu visita. Cualquier viaje admite diferentes presupuestos.
                        Cuando acabe el viaje serán más de 70.000 km los recorridos, y algo más de dos años y medio, pero tengo la impresión, a pesar de las innumerables bellezas pendientes de recorrer como las cordillera y lagos argentinos, cataratas únicas de Iguazú, tierras paraguayas, litoral del sur brasileño, praderas y llanuras uruguayas, de que, al retomar el camino hacia el norte, lo siento como lo que es, un pasito atrás, una vuelta después de un hermoso objetivo cumplido.
                        Estas nuevas rutas que esperan, me harán olvidar rápidamente, este pelín de desencanto que ahora aflora, al terminar de recorrer una ruta durante tanto tiempo soñada.
                        Mis mejores saludos
                        Archivos Adjuntos
                        Editado por última vez por Diego Bali; 10/03/2019, 04:10:21.

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                        • PEDRO MARMOL
                          Usuario
                          • 14 sep, 2008
                          • 5740
                          • ABRERA

                          Hola Diego
                          Te estoy siguiendo desde el principio tu gran relato y tus magníficas fotos y no te amedrentes por este pelin de desencanto en todos los viajes siempre hay lugares menos encantadores pero como bien dices te queda mucho y bonito que ver en tu gran viaje
                          Desde Abrera (Barcelona) muchos ánimos
                          Un abrazo campeón viajero
                          sigpic24años sin

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                          • jesusanita
                            Usuario
                            • 14 sep, 2009
                            • 321
                            • Tarragona

                            Hola, que bonito viaje me encanta y cómo lo cuentas pero lo más bonito es lo que te motiva y sobre todo las ilusiones y la inquietud que te mueve para hacerlo, a la vez el ser consciente de esos dos lados a los que te refieres la aventura y la vida aburrida, te admiro y comparto contigo esa visión de la vida y los viajes.
                            Quien sabe si algún día nos encontraremos por esas carreteras, ánimo y sigue tu camino.


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                            • Jörg
                              Usuario
                              • 1 ene, 2019
                              • 30
                              • Ibiza

                              He estado siguiendo tu aventura desde el principio y me ha encantado,tu forma de expresarte con la palabra y con las imágenes.Solamente agradecerte el esfuerzo por compartirlo,dándonos la posibilidad de ilusionarnos.Lo dicho,muchas gracias y un saludo!!!
                              Creo que he encontrado el eslabón perdido entre el animal y el hombre civilizado. Somos nosotros.(Konrad Lorenz)

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                              • Diego Bali
                                Usuario
                                • 18 dic, 2016
                                • 140
                                • Cordera 45. Torremolinos

                                Muchas gracias Pedro

                                Comentario

                                Trabajando...