Quebec City y Provincia
Viernes,28 de abril 2017
Me acerqué a la frontera entre Canadá-USA de Edmundston para comprobar, por segunda vez in situ, la cuestión de la permanencia en Canadá y USA.
Fui a los dos puestos fronterizos donde me confirmaron en el primero, el canadiense, que para Canadá estamos autorizados a disfrutar del país durante seis meses continuos sin que sea necesario salir.
Los agentes de Inmigración de USA me dijeron que solo tres meses... es decir lo que comentaba José Luis.
Si quería más tiempo, me debía dirigir al consulado de USA, bien en Halifax o bien en Montreal. Para aquellos que se animen con venir más tiempo, el poder ir a Halifax puede ser una buena ayuda debido a la espera que habitualmente hay que hacer para recoger la AC.
Aunque voy a entrar cuatro veces a Estados Unidos, ya lo hice por Bostón, después probablemente Niágara, luego Alaska y por fin, la última entrada ya en la costa del Pacífico, por el Washington State, pero como no preveo estar más de tres meses seguidos en ninguno de los dos países, doy por acabadas las gestiones. A los que se apunten, ya tienen más claro el planificar una ruta.
Más allá de los paisajes, me ha extrañado mucho que en Quebec, haya un porcentaje tan alto de gente que no habla inglés. Siempre había pensado que todos los quebecois eran bilingües. La mayoría no lo son. El acento francés, en general es para preguntar: ¿qué me ha dicho?
Más sorpresitas: la prohibición de ventas de cervecitas y vino se acaba al llegar a Quebec. Se venden en gasolineras, supermercados y muchas más tiendas aunque la venta de licores con más graduación, se sigue haciendo en tiendas especializadas
Los carteles de calles, señales de tráfico, rótulos etc. están escritos sólo en francés. Parece claro que el tema político, prima.
Para acabar, tengo la impresión de que la cesta de la compra se abarata bastante
Llegué a la Rivière-du-Loup para embarcar en el ferry que cruza el San Lorenzo. Un mar, no un río. ¡Qué barbaridad!
Mi billete y el de la autocaravana para cruzar el majestuoso rio hasta Saint Simeon, han costado 78,60 CAD.
Están abiertos solo desde el 15 de abril, o sea que me he librado por muy poco de no haber tenido que hacer 6 horas de viaje para llegar al inicio del Parque de Saguenay.
Las salidas son a las 8:00, a las 12:00 y a las 16:00 horas.
La travesía dura algo más de una hora. Barco antigüete aunque muy aseado en el interior y con una calefacción que se hizo agradecer.
Solo viajábamos ocho vehículos cuando la capacidad quizás sea para no menos de 60/80 unidades.
Aunque a la llegada al pequeño pueblo de Saint Siméon, la oficina de información estaba cerrada, los empleados que expiden los billetes me regalaron dos mapas de la zona, bastante útiles ya que con mi tarjeta Fido, en esas zonas inhóspitas, no se consigue Internet.
El Parque Nacional de Saguenay es el tercero más visitado en Canadá, solo por detrás de Banff y Jasper aunque lejos de ellos, por lo que las expectativas eran bastante buenas.
Empecé a subir camino de Tadoussac. Carretera panorámica hasta llegar a Sainte Catherine para tomar el ferry gratis de 10 minutos a Tadoussac y dos o tres grandes carteles que anunciaban avistamiento de ballenas.
Ya había pensado de aparcar el tema ballenero para el verano en Alaska, y/o el próximo invierno en Baja California, pero al ver los carteles, decidí intentarlo otra vez, .
No hubo suerte porque las Zodiac no comenzaban su trabajo hasta este próximo sábado...
Otra oficina de turismo más cerrada por lo que en ese momento, tomé la decisión de que los próximas 2/3 semanas aprovecharé para centrarme un poco más en ciudades como Quebec City, Montreal, Toronto y Niágara donde el tiempo y el calendario tendrán menos influencia. No es mi objetivo en este viaje la gran ciudad, pero me pareció un pecado el no visitarlas siquiera.
Verdaderamente la ruta por el Parque Nacional de Saguenay es espléndida. El nombre de este Parque viene del rio del mismo nombre que a su vez es afluente del San Lorenzo.
Desde los miradores, hay grandes vistas a este rio, especialmente en Sainte Marie du Nord, en la ribera izquierda y por la derecha, en Anse-Saint-Jean donde se debería subir a la Tabardiere. No es muy alto, solo sube hasta los 300 metros pero como todavía no habían pasado las máquinas quitanieves, había muchísima y subir fue bastante duro y el último kilómetros, fue épico. Yo no sé ni cómo llegué. Bueno, sé que llegué hecho polvo.
Además,es uno de los fiordos mas largos del mundo y el único navegable de América del Norte.
Muy buen nivel de vida en la zona, debido a la gran producción de aluminio, a la explotación forestal y a los productos lácteos.
He llegado a Sainte Rose du Nord un poco tarde. He pedido permiso para quedarme delante del Centre Accueil de la Montagne, donde me dijeron que no había problemas para que me quedase... y además me han invitado a tomar café.
Quién habló conmigo, era un sacerdote que según contó, había estado en la Expo 82 de Sevilla, que también conocía Tarragona... y se despidió con un sonoro ¡buenos días! a eso de la las 9 de la noche, que no quise corregir.
La siguiente pernocta fue en la Baie Saint Paul, ya en la ribera derecha y más cerquita de Quebec.
He pasado en total tres magníficos días por la zona y esta mañana he salido de la bonita ciudad de Baie Saint Paul. Aquí no había Walmart pero si un Centre D'Achats que ha hecho el avío.
Debía hacer el vaciado de líquidos y lo encontré en el Garage Municipal pero no fue fácil. Está situado en el 415, Boulevard Raymond, de Beauport, a solo 7 kilómetros de Quebec pero está en una tremenda manzana y con ese solo número. El TomTom te avisa de que ya has llegado, pero no. El agua corriente estaba cortada y aguas grises, a tu libre albedrío.
Vais a llegar mejor con las coordenadas: N46.881711 / W71.182016.
Finalmente, me he alojado en el Grand Walmart de Fleur de Lys, Quebec City.
Saludos
Diego
Viernes,28 de abril 2017
Me acerqué a la frontera entre Canadá-USA de Edmundston para comprobar, por segunda vez in situ, la cuestión de la permanencia en Canadá y USA.
Fui a los dos puestos fronterizos donde me confirmaron en el primero, el canadiense, que para Canadá estamos autorizados a disfrutar del país durante seis meses continuos sin que sea necesario salir.
Los agentes de Inmigración de USA me dijeron que solo tres meses... es decir lo que comentaba José Luis.
Si quería más tiempo, me debía dirigir al consulado de USA, bien en Halifax o bien en Montreal. Para aquellos que se animen con venir más tiempo, el poder ir a Halifax puede ser una buena ayuda debido a la espera que habitualmente hay que hacer para recoger la AC.
Aunque voy a entrar cuatro veces a Estados Unidos, ya lo hice por Bostón, después probablemente Niágara, luego Alaska y por fin, la última entrada ya en la costa del Pacífico, por el Washington State, pero como no preveo estar más de tres meses seguidos en ninguno de los dos países, doy por acabadas las gestiones. A los que se apunten, ya tienen más claro el planificar una ruta.
Más allá de los paisajes, me ha extrañado mucho que en Quebec, haya un porcentaje tan alto de gente que no habla inglés. Siempre había pensado que todos los quebecois eran bilingües. La mayoría no lo son. El acento francés, en general es para preguntar: ¿qué me ha dicho?
Más sorpresitas: la prohibición de ventas de cervecitas y vino se acaba al llegar a Quebec. Se venden en gasolineras, supermercados y muchas más tiendas aunque la venta de licores con más graduación, se sigue haciendo en tiendas especializadas
Los carteles de calles, señales de tráfico, rótulos etc. están escritos sólo en francés. Parece claro que el tema político, prima.
Para acabar, tengo la impresión de que la cesta de la compra se abarata bastante
Llegué a la Rivière-du-Loup para embarcar en el ferry que cruza el San Lorenzo. Un mar, no un río. ¡Qué barbaridad!
Mi billete y el de la autocaravana para cruzar el majestuoso rio hasta Saint Simeon, han costado 78,60 CAD.
Están abiertos solo desde el 15 de abril, o sea que me he librado por muy poco de no haber tenido que hacer 6 horas de viaje para llegar al inicio del Parque de Saguenay.
Las salidas son a las 8:00, a las 12:00 y a las 16:00 horas.
La travesía dura algo más de una hora. Barco antigüete aunque muy aseado en el interior y con una calefacción que se hizo agradecer.
Solo viajábamos ocho vehículos cuando la capacidad quizás sea para no menos de 60/80 unidades.
Aunque a la llegada al pequeño pueblo de Saint Siméon, la oficina de información estaba cerrada, los empleados que expiden los billetes me regalaron dos mapas de la zona, bastante útiles ya que con mi tarjeta Fido, en esas zonas inhóspitas, no se consigue Internet.
El Parque Nacional de Saguenay es el tercero más visitado en Canadá, solo por detrás de Banff y Jasper aunque lejos de ellos, por lo que las expectativas eran bastante buenas.
Empecé a subir camino de Tadoussac. Carretera panorámica hasta llegar a Sainte Catherine para tomar el ferry gratis de 10 minutos a Tadoussac y dos o tres grandes carteles que anunciaban avistamiento de ballenas.
Ya había pensado de aparcar el tema ballenero para el verano en Alaska, y/o el próximo invierno en Baja California, pero al ver los carteles, decidí intentarlo otra vez, .
No hubo suerte porque las Zodiac no comenzaban su trabajo hasta este próximo sábado...
Otra oficina de turismo más cerrada por lo que en ese momento, tomé la decisión de que los próximas 2/3 semanas aprovecharé para centrarme un poco más en ciudades como Quebec City, Montreal, Toronto y Niágara donde el tiempo y el calendario tendrán menos influencia. No es mi objetivo en este viaje la gran ciudad, pero me pareció un pecado el no visitarlas siquiera.
Verdaderamente la ruta por el Parque Nacional de Saguenay es espléndida. El nombre de este Parque viene del rio del mismo nombre que a su vez es afluente del San Lorenzo.
Desde los miradores, hay grandes vistas a este rio, especialmente en Sainte Marie du Nord, en la ribera izquierda y por la derecha, en Anse-Saint-Jean donde se debería subir a la Tabardiere. No es muy alto, solo sube hasta los 300 metros pero como todavía no habían pasado las máquinas quitanieves, había muchísima y subir fue bastante duro y el último kilómetros, fue épico. Yo no sé ni cómo llegué. Bueno, sé que llegué hecho polvo.
Además,es uno de los fiordos mas largos del mundo y el único navegable de América del Norte.
Muy buen nivel de vida en la zona, debido a la gran producción de aluminio, a la explotación forestal y a los productos lácteos.
He llegado a Sainte Rose du Nord un poco tarde. He pedido permiso para quedarme delante del Centre Accueil de la Montagne, donde me dijeron que no había problemas para que me quedase... y además me han invitado a tomar café.
Quién habló conmigo, era un sacerdote que según contó, había estado en la Expo 82 de Sevilla, que también conocía Tarragona... y se despidió con un sonoro ¡buenos días! a eso de la las 9 de la noche, que no quise corregir.
La siguiente pernocta fue en la Baie Saint Paul, ya en la ribera derecha y más cerquita de Quebec.
He pasado en total tres magníficos días por la zona y esta mañana he salido de la bonita ciudad de Baie Saint Paul. Aquí no había Walmart pero si un Centre D'Achats que ha hecho el avío.
Debía hacer el vaciado de líquidos y lo encontré en el Garage Municipal pero no fue fácil. Está situado en el 415, Boulevard Raymond, de Beauport, a solo 7 kilómetros de Quebec pero está en una tremenda manzana y con ese solo número. El TomTom te avisa de que ya has llegado, pero no. El agua corriente estaba cortada y aguas grises, a tu libre albedrío.
Vais a llegar mejor con las coordenadas: N46.881711 / W71.182016.
Finalmente, me he alojado en el Grand Walmart de Fleur de Lys, Quebec City.
Saludos
Diego
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