Estas vacaciones he comprobado la gran diferencia entre un frigorífico a gas y uno de compresor.
El cambio ha sido radical. En primer lugar, he cambiado uno de 80 litros por otro de 150, 105 de frigorífico y 45 de congelador, y eso ya es un cambio grande, pero lo mas importante es que este frigorífico enfria "de verdad".
Con el anterior, todo funcionaba bien, pero al subir la temperatura exterior de 30 grados, empieza a no estar todo lo fresco que debería, y el congelador es casi un chiste decir le congelador, por el tamaño y porque por encima de 30 grados la temperatura empieza a acercarse peligrosamente a cero.
El consumo no es excesivo, le he puesto una batería solo para el frigo, y como aun no tengo la instalación definitiva, lo he conectado a las placas solares y al alternador con unas pinzas, y he comprobado que no me hace falta esa batería extra, pues yo me suelo mover bastante, y con la batería de servicios de la vivienda sobra para los servicios de la AC y para el frigorífico.
Me habían dicho que son ruidosos, pero no lo es tanto. Ademas, el ruido que hace procede del ventilador que lleva que es bastante malo, pero que voy a cambiar por uno extra-silencioso, de los que llevan los ordenadores modernos, con palas silenciosas y amortiguadores de goma en los soportes.
Como valoración general, un 10 para el frigorífico de compresor.