INDICE DE RELATOS, Lofoten 2017
ibanayarza:
Relato completo en formato PDF: http://www.acpasion.net/foro/showthr...=1#post1973090
EvaV:
Introducción: http://www.acpasion.net/foro/showthr...=1#post1971158
****************
Introducción
No sabría precisar en qué momento exacto se fraguó el destino. Xènia había propuesto viajar a Noruega. Empecé anotando algunos puntos pendientes del sur del país (zona que ya visitáramos en 2005). Y de repente, me pregunté ¿por qué no Lofoten?. A lo que David opuso una prudente resistencia inicial.
Es éste el diario de viaje (mi relato número 12 + 1, por cierto) de una mezcla, a partes iguales, de locura y de sueño. Un viaje a las islas Lofoten en autocaravana en 3 semanas. No disponemos de más tiempo. Las chicas están entusiasmadas. Xènia tiene frente a sí varias opciones para el curso que viene, la mayoría inciertas, futuro y próximo verano abiertos. Aina lleva su propia cámara fotográfica nueva, lista para capturar este fotogénico rincón de mundo.
9.354 km después y recién llegados a casa, a David y a mí todavía nos traquetea el cuerpo, como si hubiéramos hecho el recorrido en carreta. Totalmente agotador.
Esperando que un mes después del regreso sean los recuerdos de lo que tuvimos el privilegio de contemplar, los que prevalezcan. Un auténtico paraíso de colores, una continua postal. Conscientes de que lo bello allí nos parecía ya normal (a los ojos les resulta fácil acostumbrarse), sigo extasiada por el imponente espectáculo alpino que se halla a cero metros sobre el nivel del mar. Que estuvo potenciado por un increíble buen tiempo, que no me habría atrevido a imaginar ni siquiera en mis sueños más optimistas.
Quise confeccionar un itinerario para alimentar el TomTom, aún consciente de que no iba a ser realizable: La meteo iba a mandar. Y eso me desconcertaba. ¿En qué orden enlazar las chinchetas del mapa, correspondientes a montes, playas, museos, poblaciones de pescadores, de forma que fuera fácil reordenarlos en función de los cielos?
Aina marcó prioridades: Si hace buen tiempo (a priori poco a menudo), ese día subiremos a una cima de montaña, preferentemente por la mañana, para disfrutar de las vistas. Dejando para las tardes y los días lluviosos las visitas a playas, poblaciones, museos.
Así es cómo dispuse en primer lugar el safari de ballenas (habría margen para reprogramarlo si fuera necesario). Y a continuación los montes, a razón de uno por día, y en orden de preferencia: Primero el Festvågtind (quizás las mejores vistas sobre una miríada de islotes, con el menor esfuerzo en proporción), luego el más ambicioso y conocido Reinebringen (con cena-premio reservada tras esa dura jornada), y después unas cuantas excursiones más (preparé a razón de una por día), de forma que las cimas elegidas no superaran los 600 metros de desnivel, dada nuestra forma física: Las chicas van al gimnasio, pero David y yo no (o casi), y no estamos para ciertas hazañas.
El viaje de ida debe incluir una parada en París, a petición de las chicas, quienes prefieren esta opción a la visita a Europa Park que les había ofrecido.
Reparto las etapas en ruta calculando ocho horas diarias teóricas de conducción.
Con estos ingredientes sobre la mesa, me sumerjo en los preparativos, rodeada de varios libros y guías, pero sobretodo me zambullo en la página de fotografía http://www.68north.com/, que recomiendo encarecidamente por su selección y descripción de excursiones y playas. Además, doy las gracias a Jorge (Xanquete), Rafa (Carhec) y Koldo (Wraith) por sus consejos previos a nuestra salida.
(Xènia en Volandstinden, foto Aina)
ibanayarza:
Relato completo en formato PDF: http://www.acpasion.net/foro/showthr...=1#post1973090
EvaV:
Introducción: http://www.acpasion.net/foro/showthr...=1#post1971158
****************
Introducción
No sabría precisar en qué momento exacto se fraguó el destino. Xènia había propuesto viajar a Noruega. Empecé anotando algunos puntos pendientes del sur del país (zona que ya visitáramos en 2005). Y de repente, me pregunté ¿por qué no Lofoten?. A lo que David opuso una prudente resistencia inicial.
Es éste el diario de viaje (mi relato número 12 + 1, por cierto) de una mezcla, a partes iguales, de locura y de sueño. Un viaje a las islas Lofoten en autocaravana en 3 semanas. No disponemos de más tiempo. Las chicas están entusiasmadas. Xènia tiene frente a sí varias opciones para el curso que viene, la mayoría inciertas, futuro y próximo verano abiertos. Aina lleva su propia cámara fotográfica nueva, lista para capturar este fotogénico rincón de mundo.
9.354 km después y recién llegados a casa, a David y a mí todavía nos traquetea el cuerpo, como si hubiéramos hecho el recorrido en carreta. Totalmente agotador.
Esperando que un mes después del regreso sean los recuerdos de lo que tuvimos el privilegio de contemplar, los que prevalezcan. Un auténtico paraíso de colores, una continua postal. Conscientes de que lo bello allí nos parecía ya normal (a los ojos les resulta fácil acostumbrarse), sigo extasiada por el imponente espectáculo alpino que se halla a cero metros sobre el nivel del mar. Que estuvo potenciado por un increíble buen tiempo, que no me habría atrevido a imaginar ni siquiera en mis sueños más optimistas.
Quise confeccionar un itinerario para alimentar el TomTom, aún consciente de que no iba a ser realizable: La meteo iba a mandar. Y eso me desconcertaba. ¿En qué orden enlazar las chinchetas del mapa, correspondientes a montes, playas, museos, poblaciones de pescadores, de forma que fuera fácil reordenarlos en función de los cielos?
Aina marcó prioridades: Si hace buen tiempo (a priori poco a menudo), ese día subiremos a una cima de montaña, preferentemente por la mañana, para disfrutar de las vistas. Dejando para las tardes y los días lluviosos las visitas a playas, poblaciones, museos.
Así es cómo dispuse en primer lugar el safari de ballenas (habría margen para reprogramarlo si fuera necesario). Y a continuación los montes, a razón de uno por día, y en orden de preferencia: Primero el Festvågtind (quizás las mejores vistas sobre una miríada de islotes, con el menor esfuerzo en proporción), luego el más ambicioso y conocido Reinebringen (con cena-premio reservada tras esa dura jornada), y después unas cuantas excursiones más (preparé a razón de una por día), de forma que las cimas elegidas no superaran los 600 metros de desnivel, dada nuestra forma física: Las chicas van al gimnasio, pero David y yo no (o casi), y no estamos para ciertas hazañas.
El viaje de ida debe incluir una parada en París, a petición de las chicas, quienes prefieren esta opción a la visita a Europa Park que les había ofrecido.
Reparto las etapas en ruta calculando ocho horas diarias teóricas de conducción.
Con estos ingredientes sobre la mesa, me sumerjo en los preparativos, rodeada de varios libros y guías, pero sobretodo me zambullo en la página de fotografía http://www.68north.com/, que recomiendo encarecidamente por su selección y descripción de excursiones y playas. Además, doy las gracias a Jorge (Xanquete), Rafa (Carhec) y Koldo (Wraith) por sus consejos previos a nuestra salida.
(Xènia en Volandstinden, foto Aina)
Comentario