Al ser este 2017 año jubilar, en septiembre teníamos previsto realizar la ruta castellana lebaniega desde Palencia hasta Santo Toribio, pero unos días antes de la salida la inexorable ecuación de boda familiar más zapatos de tacones igual esguince de tobillo, tuvimos que cambiar de planes. Tras consultar con algunos foreros de cabecera (desde aquí quiero agradecer singularmente a Costablanca, a Cormorán, a Ilis, a Cazurro y a Angeles) sobre donde pernoctar y qué hacer, empezamos el viaje el 7 de septiembre para hacer la primera parada en la Villa del Libro que es como se conoce desde hace más de 10 años a la preciosa localidad vallisoletana de Urueña, tras comprar unos cuantos libros para las vacaciones y regalos, y darnos un paseo moderado por eso del tobillo de mi esposa, dormimos junto a la muralla maravillosamente, con una luna llena de escándalo. Es bueno eso de empezar las vacaciones en un lugar mágico a la par que tranquilo. Por la mañana dirigimos nuestros pasos ya hacia tierras gallegas, nos impresionó el destrozo que el fuego hizo apenas un mes antes en los montes cercanos a Verín, una verdadera lástima. Siempre que podemos hacemos parada en la Casa do Pulpo de Verín, una ración de pulpo y un caldeiro de ternera alegran la vida a cualquiera, comida honesta y precio comedido. Tras la obligada siesta pusimos rumbo hacia la Iglesia visigótica de Santa Comba de Bande en Orense, la verdad es que hasta que dimos con ella nos costó pero estamos ante una pieza arquitectónica de belleza única por lo que merecieron la pena el desvío y las vueltas y revueltas dadas.

El viernes 8 de septiembre era fiesta en múltiples localidades de España, incluso en mi propio pueblo, uno de los motivos por los que huyo, no soy de mucha aglomeración, pero en la siguiente etapa -Ribadavia- daba la casualidad de que también celebra sus patronales, debo decir que el área está muy bien situada y a pesar de que había bastante gente no tuvimos el jaleo que me temía y dormimos realmente bien, incluso vimos los fuegos artificiales desde la propia cama de nuestra auto. El pueblo es una joya, con una plaza magnifica y una judería singularmente bien conservada, decepcionante la taberna O Papuxa, difícil encontrar un local con más gérmenes por metro cúbico y mira que tiene fama en las páginas especializadas. Comimos pero muy bien en la taberna O Xudio, buenas tapas a excelente precio. Además compramos unos estupendos dulces hebreos tanto en la famosa Tafona Herminia como en otro despacho situado en el zaguán de una casa casi por frente de la Iglesia de Santiago, menos conocido e incluso diría de mayor calidad.

El domingo nos fuimos al área de Illa de Arousa en la ría de su mismo nombre, el área es privada y la gestiona junto con su familia Manuel actual Presidente de la Asociación Gallega de Autocaravanistas, desde su llegaba al cargo se han acondicionado bastantes áreas públicas y privadas de esta Comunidad, lo que es de agradecer. El área está muy bien situada a escasos 10 metros de la playa de Xestelas y junto al Parque Natural de Carreirón, ideal para el estado físico de mi esposa. A escasos 4 km se encuentra el puerto de Illa de Arousa, donde nos tomamos una mariscada a base principalmente de bivalvos que es lo más representativo de la zona. Tras un par de días nos acercamos a visitar Cambados, una localidad digna de parada y llegamos hasta San Vicente Do Mar en la península del Grove, el área que nos habían recomendado estaba cerrada y a pesar de contactar con los responsables y que amablemente nos abrieron sus puertas optamos por no quedarnos pues la oferta hostelera de la zona estaba bajo mínimos. Debe ser un buen sitio para época más favorable. Así que tras hacer la parada de rigor en la playa de La Lanzada, ver su castro y ermita fuimos a pernoctar a Portonovo, en la oficina de Turismo nos indicaron que junto al campo de futbol podríamos pernoctar sin problemas, el sitio no nos gustó nada así que optamos por refugiarnos en el Área privada de la playa de Pragueira, muy buena, frente a la isla de Ons, nos sorprendimos al avistar bastantes delfines a escasos metros de la costa. Las puestas de sol impresionantes y un buen restaurante a poco metros, donde comimos una caldeirada de raya muy rica. Tras dos noches en la zona seguimos dirección a la ría de Pontevedra, con parada en la turística Combarro, pudimos aparcar sin dificultad en el parking junto al puerto, es lo que bueno que tiene ir fuera de temporada, en otras fechas hubiera sido tarea imposible. El pueblo es realmente curioso con los hórreos metidos casi en la ría, multitud de restaurantes para dar servicio a los muchos turistas que recibe, mi mujer hizo compra de un ramillete de herba namoradeira (algo innecesario en mi caso porque me tiene en el bote desde hace muchos años), y tras comer yendo dirección Pontevedra avisté un área en Poio con un aspecto inmejorable, no obstante ya habíamos decidido ir a Pontevedra así que nos fuimos hacia el área que han inaugurado hace poco tiempo, está bien situada y cerca del centro de la ciudad, que merece una detallada visita. Por la mañana y tras otro paseo decidimos ir hasta Vigo que es una de las pocas grandes localidades de Galicia que no conozco pero entre medias apareció Arcade y el recuerdo de haber leído que es la zona con las mejores ostras del mundo inclinó la balanza e hicimos aquí parada, hay un área publica junto al final de la ría de Vigo, el sitio es bonito pero el ruido y olor que desprende la depuradora lo hace incómodo, nosotros de hecho al poco de acostarnos tuvimos que alejarnos para poder dormir con más tranquilidad. A pesar de ello la zona está muy bien y la comida que hicimos en la tasca A caseta do muelle, junto al puerto estuvo estupenda. La docena de ostras, una maravilla, a 10 euros, yo me metí entre pecho y espalda dos bandejas. Eso sí, a la mañana siguiente tenía el estómago como el saco de boxeo, ahora sé que las ostras son muy indigestas. La próxima vez tendré más de prudencia.

Hicimos la visita al cercano castillo de Soutomaior, con una colección botánica de lo más interesante y enfilamos el regreso a casa que los días de asueto se nos van acabando. Hace años estuvimos en Allariz y nos gustó mucho pero no pudimos verlo con detalle porque se celebraba un festival de música del mundo y estaba hasta arriba, ahora queríamos verlo con tranquilidad, y la verdad es que es una delicia pasear los parques junto al río Arnoia, donde aparcamos y pernoctamos junto a otras 4 Ac,s y patear el casco histórico. También nos acercamos a ver el monasterio de Santa Mariña de Augas Santas, la pena es que está completamente cerrado y no se puede visitar, tampoco hay en el pueblo bar o restaurante donde echar un vino, una pena porque es el típico lugar donde hubiéramos hecho noche. En Allariz compramos una tarta de manzana, la tentación de Eva se llama, está impresionante de rica, y algunas empanadillas artesanas variadas que nos han acompañado hasta el regreso a casa.

Abandonamos Galicia e hicimos parada en Zamora, una ciudad que siempre nos encandila, aunque la verdad es que la he encontrado bastante sucia y descuidada, al menos nos tomamos unas patatas bravas formidables como siempre en el Bar Bambú, nos quedamos sin embargo con ganas de unos pinchos morunos, picantes para mí y sin picar para mi mujer en el Bar El Lobo que estaba cerrado por vacaciones como también lo estaba Los Caprichos de Meneses que tanto nos gusta, dormimos muy bien en el parking de los Pisones y ya el lunes 18, último día de vacaciones otra parada para surtirnos convenientemente de quesos, vinos, chuletones de ternera de Aliste, etc, en Toro una ciudad que merece siempre ver. Para almorzar unos vinos acompañados de unas calandracas que es el pincho típico toresano. La tristeza por el regreso nos va envolviendo ya, por lo que decidimos darnos el último homenaje, esta vez en tierras vallisoletanas, unos pinchos de lechazo churro asados a la brasa de sarmiento en el Mesón El Laurel de Baco de Traspinedo, así es como se acaban unas buenas vacaciones.

Tras 1.500 km damos por concluidas las vacaciones de este 2017, esperando la llegada de los puentes que aún quedan para poder sacar un poco más la AC, la verdad es que este año nos hemos movido bastante, desde noviembre de 2016, cuando la compramos hasta ahora la hemos hecho ya 10.000 km, y los que quedan.

Que bien estuvo, al final no fue tan mala cosa eso del esguince.

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LUGARES DE PERNOCTA Y VACIADO:

Urueña (Valladolid): Parking junto a la muralla y al lago.
Ribadavia: Área pública de Ac.
Illa de Arousa: Área privada de Ac Surf Camp
Portonovo: Área privada Playa de Pragueira.
Pontevedra: Área pública de Ac.
Arcade: Área pública de Ac
Allariz: Parking junto al río Arnoia y puente medieval.
Zamora: Parking de Los Pisones.