En pasado otoño, a la vuelta de un viaje por Rumanía, detecté que se había despegado por varios sitios el linóleo del suelo de la autocaravana, la cual estaba ya fuera de garantía. En febrero contacté con Caravanas Tolosa, concesionario donde la compré, con la intención de reparalo. Tras el confinamiento, me han comunicado que el problema se ha debido a un fallo de fabricación y que tras las gestiones realizadas ante Burstner, el fabricante ha accedido a asumir el coste del arreglo. En definitiva, tengo la auto con suelo nuevo. Creo que es de justicia hacer público el buen hacer de este concesionario y la seriedad de la marca.