Pues después de haber estado en el restaurante que tanto insistían en el certificado Covid al hacer la reserva por teléfono, cuando hemos llegado no solo no nos han pedido nada a nosotros, si no, que estando sentados en una mesa donde perfectamente se veía entrar a la toda la gente, hemos podido comprobar que tampoco se la pedían absolutamente a nadie, tuvieran o no reserva.
Vamos, un cachondeo.