Nosotros nos hemos quedado con nuestra última caravana y te puedo asegurar que hoy por hoy, si nos quedamos en España, el camping es demencial.
Ruidos, gritos, música a toda pastilla, críos hasta las tantas jugando delante de tu parcela porque sus papis les dijeron de no molestar donde están ellos, carreras de agua con cubos y globos que acaban en tu coche, bicis a 100X hora, todo esto mientras disfrutas en todas las narices del humo de la barbacoa del vecino.
Para camping, vale, pero pasado los Pirineos, sino nada.
Con la GV,
hasta hoy durante nuestros viajes, siempre hemos encontrado algún rincón donde no molestamos y no nos molestan.
Pero cada día se hacen más escasos esos rincones.
Saludos.