Hace bastantes años conocimos la comarca cacereña de la Vera y queríamos repetir visita, iniciamos la excursión haciendo la primera parada en el Puerto del Pico, aquí hicimos la comida viendo desde la ventana de la autocaravana las cabras montesas que estaban tan panchas pastando junto a la calzada romana, hace una temperatura y un sol increíble para estar en noviembre. La noche la echamos en Guisando, más de 30 años que habíamos estado y apenas recordábamos nada, el pueblo merece el paseo y como dijo Cela en su libro de viajes “Judíos, moros y cristianos”, es quizás el pueblecito con más bellas vistas de toda España.
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Homenaje al cabrero en Guisando (Ávila)
Tras una noche tranquila paramos a conocer, por primera vez, Candeleda, nos gustó, tiene calles realmente bonitas, se respira placidez, unas vecinas nos hicieron de cicerones en su Iglesia parroquial aclarándonos las dudas entre Asunción y Ascensión, además dirigieron nuestros pasos a la cercana (apenas una decena de kilómetros) ermita de Chilla, el lugar impacta por lo esmeradamente cuidado que está el paraje. Luego la visita al Castro Celta de El Raso también tiene su aquel. Después entramos ya en la comarca de la Vera haciendo noche en Valverde de la Vera, famosa por los empalaos de la Semana Santa (hay un museo sobre esta figura que cuando se conoce causa impresión), en Valverde esta la tienda Jaramillo muy bien regentada por Manuel que ilustra con conocimiento y pasión sobre quesos, chorizos, salchichones y un sinfín de buenos productos extremeños, nosotros adquirimos unos lotes y nos volvimos bien contentos, además entiendo que Valverde de la Vera ha hecho una apuesta por el autocaravanismo al tener un área donde hasta la electricidad es gratuita, bien por tanto para este pueblo tan hermoso.
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Area de AC de Valverde de la Vera (Cáceres)
En Villanueva de la Vera es costumbre visitar la cascada del Diablo (me quedé algo frío) y pasear el caserío, quizás el pueblo más interesante de los visitados que es decir mucho y bien, también salimos satisfechos de la comida que hicimos en la Casa del Pozo, fusión entre comida extremeña y japonesa, no soy mucho de estas mezclas pero reconozco que me gustaron. La noche la volvimos a hacer en el área de Valverde y me sorprendió que siendo sábado no estuviera llena.
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Casa verata de Villanueva de la Vera (Cáceres)
Si la cascada del Diablo me decepcionó no puedo decir lo mismo de la magnífica Garganta de Cuartos, cerca de Losar de la Vera, un pueblo que por otra parte ha caído en poder de algún Eduardo Manostijeras, controvertidos peinados que realiza a los setos y arbustos de la carretera que cruza la localidad. Hacemos parada en Jarandilla de la Vera donde se celebra mercadillo y salgo con la lección aprendida de que si quiero comprar un pollo asado para comerlo en la autocaravana no tengo que esperar a última hora porque se acaban y te quedas con las ganas, así que tiramos hasta el Monasterio de Yuste donde hacemos comida con nuestras provisiones acordándonos eso sí, del pollo. Nos causa desazón los absurdos destrozos cometidos en el cementerio de los alemanes por unos vándalos que deben tener la mollera bien vacía. En la tienda del Monasterio adquirimos un libro sobre reyes para nuestro nieto que está siempre preguntando por temas históricos, a ver si le gusta. La noche la hacemos en Garganta La Olla, empieza a lloviznar y a cambiar este tiempo casi veraniego que teníamos.
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Puente de la Garganta de Cuartos en Losar de la Vera (Cáceres)
La mañana se levanta con lluvia intensa y damos por suspendida la visita al Parque Nacional de Monfragüe (a la libreta de tareas pendientes), por lo que tras un paseo por el pueblo tiramos a Plasencia, una visita vespertina al convento de Santa Clara para disfrutar de sus artesonados y hacer un vino en el Parador para ver con detalle la escalera construida al aire, a la catalana decimos en Segovia. Me encanta pasear Plasencia y recordar cuando venía a los cursos de doctorado de verano, encima este año se celebra edición de las Edades del Hombre, que habitualmente tienen sede en localidades de Castilla y León y que han dado el salto hasta esta ciudad cacereña. La exposición es de altura, gran arte mueble dentro de dos catedrales de categoría.
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Fachada posterior Catedral de Plasencia
Como la lluvia es incesante optamos por volver por el valle del Jerte a casa, hacemos parada técnica en el área de autocaracavas de Navaconcejo que nos sorprende por lo bien situada que está (otro apunte en la libreta de pendientes), tuvimos la suerte de cruzarnos con la trashumancia de ganado vacuno desde lo alto de la sierra de Gredos hasta la baja Extremadura, en el parón charlamos con la ganadera que nos explicó los pormenores de esta tradición, se la veía contenta y nos contagió esa alegría a nosotros. La tarde la echamos en los observatorios de aves de las lagunas de El Oso, casi la lio pues no se me ocurrió otra idea que llegar hasta el final de la pista con mi autocaravana de 7,40 metros y poco faltó para quedarme en el barro, tuve suerte y pude salir, a ver si la lección la llevo aprendida para el futuro. El rato en el observatorio hasta la anochecida fue de escándalo, llegaron a la laguna más de 1600 grullas y salieron unos 1000 patos, encima coincidimos con un contador de grullas que nos explicó el método que no es otro que ir contándolas de una en una, y yo pensando que la estimación era a tanto alzado. La noche en El Oso ha sido muy placentera, es un pueblo digno de visita, prácticamente un museo al aire libre y con muchos sitios para pernoctar, encima somos bien recibidos por los paisanos.
El invierno empieza a mostrar los colmillos, el frío, la lluvia y la niebla nos hacen desistir del paseo por los montes de la sierra de Guadarrama y al final tras recoger una cesta de setas de cardo que nos regala un antiguo compañero de trabajo, llegamos a casa para hacer colada y preparar la autocaravana para la siguiente salida.
Hemos hecho 700 km en una semana, venimos encantados, el trato humano con abulenses y extremeños ha sido de categoría, volveremos sin duda a estas tierras que tan bien nos hacen sentir, mas ahora que digo que (casi) soy tan libre como los jilgueros, un jubiljero, vamos un jubilado viajero.
Miguel Ángel Saldaña Hernández (mash)
LUGARES DE PERNOCTA:
- Parking en Guisando (Ávila), junto al Monumento al cabrero.
- Área de Ac de Valverde de la Vera (Cáceres)
- Parking en Garganta La Olla (Cáceres), junto al Restaurante La Pardondilla.
- Parking en Plasencia (Cáceres), junto al parque de La Isla.
- Junto al Centro de Interpretación de las Lagunas, en El Oso (Ávila)
CAMBIO DE AGUAS
- Área Ac de Valverde de la Vera (Cáceres)
- Gasolinera Repsol de Plasencia (Cáceres)
- Área Ac de Navaconcejo (Cáceres)
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Homenaje al cabrero en Guisando (Ávila)
Tras una noche tranquila paramos a conocer, por primera vez, Candeleda, nos gustó, tiene calles realmente bonitas, se respira placidez, unas vecinas nos hicieron de cicerones en su Iglesia parroquial aclarándonos las dudas entre Asunción y Ascensión, además dirigieron nuestros pasos a la cercana (apenas una decena de kilómetros) ermita de Chilla, el lugar impacta por lo esmeradamente cuidado que está el paraje. Luego la visita al Castro Celta de El Raso también tiene su aquel. Después entramos ya en la comarca de la Vera haciendo noche en Valverde de la Vera, famosa por los empalaos de la Semana Santa (hay un museo sobre esta figura que cuando se conoce causa impresión), en Valverde esta la tienda Jaramillo muy bien regentada por Manuel que ilustra con conocimiento y pasión sobre quesos, chorizos, salchichones y un sinfín de buenos productos extremeños, nosotros adquirimos unos lotes y nos volvimos bien contentos, además entiendo que Valverde de la Vera ha hecho una apuesta por el autocaravanismo al tener un área donde hasta la electricidad es gratuita, bien por tanto para este pueblo tan hermoso.
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Area de AC de Valverde de la Vera (Cáceres)
En Villanueva de la Vera es costumbre visitar la cascada del Diablo (me quedé algo frío) y pasear el caserío, quizás el pueblo más interesante de los visitados que es decir mucho y bien, también salimos satisfechos de la comida que hicimos en la Casa del Pozo, fusión entre comida extremeña y japonesa, no soy mucho de estas mezclas pero reconozco que me gustaron. La noche la volvimos a hacer en el área de Valverde y me sorprendió que siendo sábado no estuviera llena.
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Casa verata de Villanueva de la Vera (Cáceres)
Si la cascada del Diablo me decepcionó no puedo decir lo mismo de la magnífica Garganta de Cuartos, cerca de Losar de la Vera, un pueblo que por otra parte ha caído en poder de algún Eduardo Manostijeras, controvertidos peinados que realiza a los setos y arbustos de la carretera que cruza la localidad. Hacemos parada en Jarandilla de la Vera donde se celebra mercadillo y salgo con la lección aprendida de que si quiero comprar un pollo asado para comerlo en la autocaravana no tengo que esperar a última hora porque se acaban y te quedas con las ganas, así que tiramos hasta el Monasterio de Yuste donde hacemos comida con nuestras provisiones acordándonos eso sí, del pollo. Nos causa desazón los absurdos destrozos cometidos en el cementerio de los alemanes por unos vándalos que deben tener la mollera bien vacía. En la tienda del Monasterio adquirimos un libro sobre reyes para nuestro nieto que está siempre preguntando por temas históricos, a ver si le gusta. La noche la hacemos en Garganta La Olla, empieza a lloviznar y a cambiar este tiempo casi veraniego que teníamos.
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Puente de la Garganta de Cuartos en Losar de la Vera (Cáceres)
La mañana se levanta con lluvia intensa y damos por suspendida la visita al Parque Nacional de Monfragüe (a la libreta de tareas pendientes), por lo que tras un paseo por el pueblo tiramos a Plasencia, una visita vespertina al convento de Santa Clara para disfrutar de sus artesonados y hacer un vino en el Parador para ver con detalle la escalera construida al aire, a la catalana decimos en Segovia. Me encanta pasear Plasencia y recordar cuando venía a los cursos de doctorado de verano, encima este año se celebra edición de las Edades del Hombre, que habitualmente tienen sede en localidades de Castilla y León y que han dado el salto hasta esta ciudad cacereña. La exposición es de altura, gran arte mueble dentro de dos catedrales de categoría.
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Fachada posterior Catedral de Plasencia
Como la lluvia es incesante optamos por volver por el valle del Jerte a casa, hacemos parada técnica en el área de autocaracavas de Navaconcejo que nos sorprende por lo bien situada que está (otro apunte en la libreta de pendientes), tuvimos la suerte de cruzarnos con la trashumancia de ganado vacuno desde lo alto de la sierra de Gredos hasta la baja Extremadura, en el parón charlamos con la ganadera que nos explicó los pormenores de esta tradición, se la veía contenta y nos contagió esa alegría a nosotros. La tarde la echamos en los observatorios de aves de las lagunas de El Oso, casi la lio pues no se me ocurrió otra idea que llegar hasta el final de la pista con mi autocaravana de 7,40 metros y poco faltó para quedarme en el barro, tuve suerte y pude salir, a ver si la lección la llevo aprendida para el futuro. El rato en el observatorio hasta la anochecida fue de escándalo, llegaron a la laguna más de 1600 grullas y salieron unos 1000 patos, encima coincidimos con un contador de grullas que nos explicó el método que no es otro que ir contándolas de una en una, y yo pensando que la estimación era a tanto alzado. La noche en El Oso ha sido muy placentera, es un pueblo digno de visita, prácticamente un museo al aire libre y con muchos sitios para pernoctar, encima somos bien recibidos por los paisanos.
El invierno empieza a mostrar los colmillos, el frío, la lluvia y la niebla nos hacen desistir del paseo por los montes de la sierra de Guadarrama y al final tras recoger una cesta de setas de cardo que nos regala un antiguo compañero de trabajo, llegamos a casa para hacer colada y preparar la autocaravana para la siguiente salida.
Hemos hecho 700 km en una semana, venimos encantados, el trato humano con abulenses y extremeños ha sido de categoría, volveremos sin duda a estas tierras que tan bien nos hacen sentir, mas ahora que digo que (casi) soy tan libre como los jilgueros, un jubiljero, vamos un jubilado viajero.
Miguel Ángel Saldaña Hernández (mash)
LUGARES DE PERNOCTA:
- Parking en Guisando (Ávila), junto al Monumento al cabrero.
- Área de Ac de Valverde de la Vera (Cáceres)
- Parking en Garganta La Olla (Cáceres), junto al Restaurante La Pardondilla.
- Parking en Plasencia (Cáceres), junto al parque de La Isla.
- Junto al Centro de Interpretación de las Lagunas, en El Oso (Ávila)
CAMBIO DE AGUAS
- Área Ac de Valverde de la Vera (Cáceres)
- Gasolinera Repsol de Plasencia (Cáceres)
- Área Ac de Navaconcejo (Cáceres)
Muchisimas Gracias
por tu relato.
...Jejeje
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