El objetivo de nuestro viaje está totalmente definido: visitar la catedral de Santiago de Compostela para, si es posible, dar un abrazo de agradecimiento al santo. Aunque ya estamos casi a finales del invierno, en Riaza están cayendo unas heladas tremendas a tal punto que se nos congeló el grifo de la ducha (aunque vacié de agua los conductos tuve el descuido de no bajar la alcachofa al suelo), afortunadamente la única consecuencia, tras recuperar el tono hídrico de los conductos, fue que salimos con un par de horas de retraso. Como me cansa conducir, los viajes largos los divido en etapas, la primera parada para pernocta la hacemos en Mombuey que cuenta con una excelente área, dimos un paseo por el pueblo y nos agenciamos de varios productos de panadería que nos alegran desayunos y meriendas.
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Área de AC de Mombuey (Zamora)
Para aparcar y pernoctar en Santiago de Compostela seguí los consejos de algunos compañeros, tiramos hacia el área de Milladoiro, que está muy bien situada y en apenas 20 minutos te deja el autobús urbano en el centro de la ciudad, únicamente me parece que estando tan cerca de un parque con sus mesas y el graderío de un escenario, dudo que en días de buen tiempo la zona no sea lugar de encuentro de jóvenes hasta la madrugada por lo que la dormida no será tan placentera como la que hemos tenido en marzo. La ciudad de Santiago enamora a cualquiera que la visite, tiene tal cantidad de monumentos que se tardaría en conocerlos aunque fuera de manera somera muchos, pero que muchos días. Por supuesto la catedral románica es hito imprescindible, el acceso a su interior e incluso algunas visitas vespertinas al pórtico de la Gloria son gratuitos. La pena es que con el paso del tiempo algunos de los ritos jacobeos han quedado prohibidos, olvídate por tanto de colocar la mano derecha en el parteluz; golpear con la cabeza en la cabeza del Maestro Mateo (los conocidos croques) e incluso subir al camarín de Santiago, no está por tanto la cosa para dar el abrazo soñado. Hace años estos ritos marcaban el fin del camino y eran de obligado cumplimiento. Estamos ante una ciudad ideal para callejear sin prisas explorando rincones y perspectivas, a mi me gustó el mercado de abastos y el Monasterio de San Martín Pinario, un mastodonte con una iglesia y retablos impresionantes donde incluso en su coro alto se exhibe actualmente el antiguo coro lígneo de la catedral. Rematamos la visita a Santiago dando un paseo por La Alameda donde se disfruta de una fenomenal vista de la fachada barroca del Obradorio. En resumen, Santiago no deja indiferente a nadie.
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Persona descansando en el Mercado de Abastos
Tras Santiago dirigimos nuestros pasos hasta el fin del camino, el cabo de Finisterre, aparcamos en una cómoda explanada con un par de autocaravanas alemanas, donde un pequeño rebaño de cabras nos hizo compañía con una puesta de sol y una noche realmente espectacular. Tan inmenso estaba el mar que dormimos con la persiana levantada para disfrutar desde la cama del oleaje del Atlántico
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Aparcamiento en Finisterre.
Frente al cabo de Finisterre se encuentra un monte sagrado para los gallegos, el Monte Pindo, a sus pies desemboca en Ézaro el rio Xallas en una cascada realmente bonita, con pocas personas se disfruta de veras.
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Cascada de Ézaro.
Tras ver el hórreo y los petroglifos de la piedra escrita de Carnota nos dimos un paseo por la playa del Mar de Lira junto al gran arenal, una verdadera gozada.
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Petroglifos da Laxe Escrita. Carnota
Únicamente en Carnota hemos visto señales de prohibición contra las autocaravanas, por tanto humo y carretera, pernoctamos tan a gusto en la cercana localidad de O Pindo, que cuenta con la inmensa playa de San Pedro.
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Playa de San Pedro
Aunque se levante la mañana con llovizna no nos podemos resistir a dar un buen paseo playero; cuando resides tan lejos del mar pasear su orilla es un lujo irresistible. Nuestro siguiente destino: Muxía; antes paramos a visitar la preciosa iglesia románica de San Julián o Xián de Moraime, tuvimos la suerte de que unas paisanas la abrieran expresamente para que la disfrutásemos un buen rato. En Muxía nos dimos un merecido homenaje en el restaurante A Lonxa d´alvaro donde comimos unas delicadas almejas y una memorable lubina a la brasa. La noche la hacimos en el parking de la ermita de la Virgen de la Barca. Buenas vistas junto al mar.
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Parking Virgen de la Barca en Muxía.
Tras Muxía continuamos viaje por la costa de la muerte, en Laxe visitamos la encantadora playa de los cristales, es curioso que el efecto de las olas convierta un vertedero de vidrio en una espectacular cala. Muy cerca se encuentra La Pedra dos Namorados, una zona que impacta, irresistible para ir con la pareja.
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Playa de los Cristales en Laxe.
Corme tiene merecida fama percebeira, por tanto hacia allá nos fuimos con la idea de apañarnos un plato. El área de Corme es muy singular, situada junto al cementerio haces noche cabeza con cabeza con los difuntos, más tranquilidad imposible. Además de los percebes, a unos 3 km de Corme se encuentra la punta O Roncudo donde hay unas cruces que recuerdan a los fallecidos trabajadores del mar, lugar de belleza inigualable, sitio digno de pernocta.
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Punta O Roncudo
Hace varios años estuvimos en la Playa de Raxo, estaba hasta la bandera y nos pensamos que con poco personal tenía que ser una gozada, así que nos plantamos en esta maravillosa playa, inmensa, arena fina, paraíso de los surfistas. Además de disfrutar de paseos tuvimos una comida perfecta (croquetas de bacalao y guiso marinero de rape con cigalas acompañado de un albariño de Cambados) en el restaurante del Hotel Náutico de Raxo donde su propietario, Suso, nos atendió con esmero y cariño. Volveremos sin duda.
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Playa de Raxo
Tenemos por costumbre evitar en lo posible las grandes ciudades, por tanto saltamos por encima de A Coruña y de Ferrol, visitamos las iglesias góticas de Betanzos y nos quedamos con las ganas de comer una de sus famosas tortillas, acabando la tarde en Valdoviño, en la inmejorable playa de A Frouxeira con lago incluido. Una noche perfecta, como todas en esta excursión. Estando en Galicia no puede ser que no llueva, por tanto por la mañana cuando fuimos al observatorio de aves de la laguna nos cayó una buena rociada, nos tuvimos que cambiar toda la ropa, menuda calada.
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Parking de la playa de Valdoviño
Hay un dicho muy gallego sobre San Andrés de Teixido que indica que irás de muerto si no vas de vivo, nosotros ya teníamos cumplida por dos veces la leyenda y ya sabemos que nunca hay dos sin tres. En San Andrés de Teixido hay que adquirir los sanandresiños, entrar en la cueva del santo, beber agua de los tres caños de la fuente, colocar un pañuelo (ahora esta medio prohibido y nosotros no lo colocamos), y comer unos percebes (que si que los comimos, en la modesta y honesta taberna de los hermanos Bouza). San Andrés de Teixido es un hito imprescindible si viajamos por las rías altas y por supuesto otear los miradores que como impresionan.
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Santuario San Andrés de Teixido
En el santuario tuvimos un día muy ventoso y en Cedeira no fue menos, nos dijeron que era un día de mar dura, peligrosa para los marineros, nos recogimos pronto y por la mañana unas paisanas nos indicaron una pescadería donde agenciarnos algunos percebes para el regreso a casa que ya es inminente, así que José Luis de la pescadería Sara (curiosamente nuestra pescadería de referencia de Segovia se llama igual), nos enseñó sus instalaciones trayéndonos para Riaza un par de kilos de estos crustáceos que tanto nos han gustado a los que se unió una cola de rape con una pinta inmejorable.
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Percedes de Cedeira
Con pena preparamos el regreso, hacemos una parada técnica para pernoctar en la agradable área de San Adrián del Valle entre La Bañeza y Astorga y a mediodía del sábado ya en casa.
Hemos pasado doce maravillosos días de excursión, 1.700 kilómetros para conocer esta zona gallega donde el azul del mar inunda todo. En fin Galicia calidade.
Miguel Ángel Saldaña Hernández (mash)
LUGARES DE PERNOCTA:
- Área de Ac de Mombuey (Zamora)
- Área de Ac de Milladoiro-Santiago de Compostela (A Coruña)
- Explanada cerca Faro Finisterre. Fisterra (A Coruña).
- Aparcamiento Plaza de O Pindo (A Coruña).
- Parking Iglesia Virgen de la Barca. Muxía (A Coruña).
- Área de Ac de Corme (A Coruña).
- Parking Playa de Raxo (A Coruña).
- Parking Playa de Valdoviño (A Coruña)
- Parking Playa La Magdalena de Cedeira (A Coruña).
- Área Ac de San Adrián del Valle (León).
CAMBIO DE AGUAS
- Área de Ac de Milladoiro (A Coruña).
- Área de Ac de Carnota (A Coruña).
- Área de Ac de Corme (A Coruña).
- Área de Ac de Muxía (A Coruña).
- Área de Ac de Betanzos (A Coruña).
- Área Ac de San Adrián del Valle (León).