Si sois amantes de los balnearios y de los spa, hoy os traemos una curiosidad en nuestra excursión. Pues sí, porque la palabra spa proviene precisamente de esta ciudad belga que os presentamos. Una ciudad de apenas 10.000 habitantes en la region de Lieja. Sin duda es la principal ciudad termal de Bélgica. Y todo comenzó cuando el médico de Enrique VIII de Inglaterra, el eminente veneciano Agustín, hizo famosas sus aguas, recomendándoselas a las más ilustres familias de la realeza europea.
Baños en Spa La ciudad de Spa, amén de su riqueza termal, presenta otros lugares llamativos que no debemos dejar de visitar. El centro neurálgico es la Plaza Real, rodeada de edificios del siglo XIV y otros de estilo más moderno. En ella están los famosos baños, por los cuales es conocida en el mundo entero. En ellos podemos tomar sus aguas, recomendadas para el reumatismo y las enfermedades cardíacas, y poder decir así que hemos estado en el principal spa del mundo.
Junto a estos baños se encuentra el edificio del Casino y otros establecimientos termales como el Pouhon Pierre le Grand. En la Plaza Real también visitaremos la Iglesia de Saint Remacle, de 1886, en estilo románico renano, y el gran Hotel de la Ville, de 1762.
Otro lugar destacado dentro de esta pequeña ciudad es el Museo Municipal, edificio en el que murió en 1902 la reina belga María Enriqueta. Es un museo que alberga la vida de Spa desde el siglo XVI hasta nuestros días. Destaca en él la artesanía propia del lugar, sobre todo la del siglo XVIII, y los cuadros del XIX inspirados en el paisaje de la región. Cómo no, también las aguas termales y su historia tienen un lugar destacado en las salas del museo. El Museo lo podemos visitar los sábados y domingos de 13.30 a 17.30 horas, y en verano de 14.30 a 17.30 horas.
La visita a esta pequeña ciudad no termina ni mucho menos aquí. Sus alrededores son cita inexcusable. Sin ir más lejos, tenemos que tomar la N-62 donde, a pocos kilómetros de Spa, se halla la ciudad de Francorchamps, de 6000 habitantes. Un pequeño pueblo famoso en especial por albergar el circuito de velocidad belga, donde en el mes de julio se disputan los grandes premios de motocicilismo y Fórmula 1.
Carnaval de Stavelot A poco más de 10 kilómetros de Francorchamps, siguiendo la misma carretera, se halla Stavelot. Es un pequeño pueblo, también de 6000 habitantes, situado en el valle del Ambieve. Es un lugar relajante, tranquilo, medieval. Lo corona las ruinas de un castillo del siglo XVI, ya que, desde el siglo XII y hasta 1794, Stavelot fue un estado independiente, gobernado por un príncipe-obispo. Uno de sus edificios más representativos es la abadía del siglo VII, de gran importancia durante la Edad Media. Sólo queda de ella la torre de 1526 y gran parte del palacio de 1780. Alli se encuentra el Museo Religioso Regional y el Museo de Guillaume Apollinaire, dedicado al famoso poeta y escritor, que vivió en Stavelot en 1889.
En las bodegas de la abadía se encuentra el Museo del Circuito de Spa-Francorchamps, para todos aquellos amantes del mundo del motor. Desde la abadía se llega a la Plaza de Saint Remacle y la Fuente de Perron, viendo desde allí la Iglesia de San Sebastián, con un importante tesoro. Si podéis, visitar esta ciudad durante la época de Carnaval, en el que participan más de 80 agrupaciones, con centenares de figurantes y carrozas, todos ellos ataviados con una máscara de larga nariz, cuya tradición se remonta a 1499.
- Cómo llegar
La mejor manera de llegar a todas estas ciudades es a través del tren. Aquí podéis encontrar vuestro recorrido. Si queréis, os ofrecemos la posibilidad de alquilar un coche para vuestra excursión.
Como siempre, os dejamos aquí con todo lo necesario para vuestro viaje a Bélgica
(Por: Jose Manuel Vargas)(sobrebelgica.com)