Gracias, SHAQTALE.
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Lunes 12 de agosto: Flagey - Alverna (560 km)
Llegada a Países Bajos
Me levanto poco después de las 8:00. Fuera se está fresquito, hay 16ºC. Aunque el sol en seguida se encarga de calentar el ambiente.
Pasamos por las duchas del camping. Son nuevas, pero al construirlas no les han provisto de pendiente y están inundadas, aunque por supuesto nos valen.
Nos da el sol de lleno sobre el trozo de parcela en el que tenemos la mesa y las sillas para el desayuno. David desplaza la autocaravana, de forma que podamos aprovechar la sombra que proyecta.
Vaciamos y llenamos aguas (hay zona de servicio específica para autocaravanas) y salimos del camping a las 11:12, con 28ºC de temperatura exterior y 125.483 km. en el cuentakilómetros.
Somos casi los últimos en irnos, la mayoría de campistas también estaban de paso y ya se han marchado. Pese a levantarnos sobre las 8, salvo contadas excepciones muchos días levaremos anclas entre las 10 y las 11 de la mañana (es decir, tarde). Para nosotros estos ratos tranquilos del desayuno son un componente muy importante de las vacaciones, y con el paso de los años cada vez nos cuesta más renunciar a ellos.
Nos separan 621 km. de nuestro destino.
Quisiéramos repostar antes de entrar en la autopista, pero nos metemos en una gasolinera que resulta ser exclusiva para camiones y el surtidor no nos suministra combustible. No queremos dar más vueltas, entramos en la autopista.
El turno de conducción de David termina en Metz. Este tramo de autopista es gratuito y no hay áreas ni gasolineras. Un poco antes de llegar a Luxemburgo podemos hacer el relevo.
Le pido al TomTom que nos guíe hasta alguna gasolinera luxemburguesa fuera de la autopista. En el depósito sólo cabrán 26 litros de combustible, pero aprovechamos la ocasión para repostar a un muy buen precio. La tienda de la gasolinera está bien surtida, y compro unas ensaladas frescas para el almuerzo (de lechuga y pollo para David y para mí, de pasta para las niñas).
Nos detenemos en la primera área de la autopista, que está abarrotada y resulta un tanto claustrofóbica. Un auténtico hormiguero sin encanto alguno. El aparcamiento es asfaltado y está bastante sucio. Mientras David y las niñas ponen la mesa, yo paseo a los perros. Nos tomamos las ensaladas (que están riquísimas) y retomamos ruta.
Sigo al volante. Es la peor hora. La digestión... Y por si fuera poco, el copiloto va dando cabezazos. A menudo nos reímos sobre lo que le habrán puesto a esa soporífera butaca, que duerme a todo aquél que se sienta en ella …
Cruzo Bélgica bajo la lluvia. La temperatura exterior cae a 15ºC. En un área hago una parada para vestirme con pantalón largo.
El TomTom nos mete en Liege, en algún tramo vamos siguiendo el curso de un canal.
Finalmente entramos en Holanda. El cambio entre los dos países es perfectamente perceptible al volante, hemos entrado en un país más próspero, el asfalto de la autopista holandesa está en perfecto estado, y da gusto ver lo arregladas que están las empresas que se sitúan a su vera.
Luce el sol, pero la temperatura se ha quedado en 20ºC. De lo que estamos encantados.
Se hace tarde. Tenía intención de pernoctar en un camping cerca de Arnhem, que dispone de establos y escuela de equitación, y habría hecho las delicias de las niñas (luego veremos muchísimos caballos por todo el país, lo que nos llamará la atención). Pero unos 35 minutos antes de llegar a nuestro destino, decidimos pararnos. A estas horas ya todos los minutos que añadimos nos pesan: Son algo más de las 19:00 y corremos el riesgo de que si llegamos demasiado tarde no nos cojan.
El lugar por el que optamos es una granja que funciona como mini-camping, el "Bij de 3 Linden” en Alverna, cerca de Nijmegen.
Salimos de la autopista y por primera vez nos metemos por los caminos locales holandeses. El carril bici va paralelo a la carretera. Percibimos y envidiamos la calidad de vida de los vecinos de la zona, con esos espacios tan agradables y tranquilos para ir en bicicleta, pasear, ir a caballo, etc.
El camping tiene una máquina de vending en la entrada, en la que se pueden comprar ¡ huevos de sus gallinas, y patatas ¡
Entro en el patio interior, llamo a un timbre, y sale un chico para hacernos el check-in.
Nos instalamos en la impecable pradera. Tiene una veintena de plazas, de las que aproximadamente la mitad están ocupadas por caravanas fijas. Hoy lunes están casi todas vacías, el lugar es muy tranquilo.
En seguida echo el contenido de un par de sobres de Rösti (ese gran invento suizo cuyo olor reconforta al instante) en nuestro nuevo wok de asa removible. Mientras, David saca al exterior el camping-gaz y asa la carne en la parrilla.
Hoy disfrutamos del atardecer. El cielo se tiñe de tonos de naranja y de rosa. Las niñas, después de pasear a los perros, van a hacerse unas fotos a la zona de juegos (donde hay una cama elástica). David y yo brindamos con cava por haber llegado a Holanda.
Cenamos, les damos la cena a Mateo y Knut, y ocurre algo inédito: las niñas se ofrecen para lavar los platos en el lavadero del camping, mientras yo escribo estas líneas. En estos momentos todavía no seré consciente de ello, pero acaba de germinar otro importantísimo cambio cualitativo durante estas vacaciones. Se hacen mayores …
Les damos un paseo a los perros, a lo largo de un tramo del carril bici, ¡ y a descansar ¡
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Diesel: 1,480 €/litro, 69 €, 46,62 litros, 125.487 km.
Diesel: 1,210 €/litro, 31,51 €, 26,04 litros, 125.725 km.
(Consumo promedio de diesel en esta etapa: 17,27 litros a los 100 km)
Supermercado: 15,92
Peaje: 14,40
Camping: 20